domingo, 28 de febrero de 2010

Cuidado con qué armario abrís…

…Porque es posible que dentro no os encontréis Narnia. Y dados los terroríficos muebles retratados por Joan Manuel Gisbert en Los armarios negros (1996), si alguna vez nos encontramos con algún ropero parecido, mejor no arriesgarse a abrirlo aunque sea el del famoso que más admiráis.

Bromas (o más bien chistes malos) aparte, Los armarios negros cuenta la historia de Pablo Biosca, un adolescente muy curioso que ayuda a su padre Alfredo en su trabajo como restaurador de casas antiguas. Su nuevo encargo los conduce a una mansión abandonada, a cargo de la antipática anciana Julia Barrientos, donde Pablo encuentra tres enormes y siniestros armarios negros que despiertan fuerzas oscuras cada vez que se abren. Pero los armarios no son lo único misterioso: Clara, la chica que vive en la casa de enfrente y que siempre lleva los ojos vendados, también posee un aura muy enigmática a su alrededor…

armarios

Ya conocía a este autor anteriormente debido a que muchos años atrás (en Primaria) leí otro libro suyo, El arquitecto y el emperador de Arabia (de hecho, el propio Gisbert vino a firmarnos nuestros ejemplares), y aunque las lecturas fuesen de madurez similar, éste último libro estaba incluido en una colección de literatura infantil. Pero volviendo a nuestros armarios, el libro (que leí el verano pasado) realmente me ha gustado, no sólo por querer descubrir el enigma que rodea tanto a los armarios como a Clara, sino también porque el autor hace que Alfredo (personaje que me ha gustado mucho junto con la pareja protagonista) también se implique en la historia y participe en buena medida del misterio que absorbe a su hijo. También debo destacar esta novela por su magnífico estilo: Gisbert omite prácticamente todas las descripciones físicas de sus personajes y sólo se centra en el ambiente y la narración para intensificar su oscuridad, logrando con gran éxito que el lector también sienta el poder tenebroso de los armarios a través de las páginas.

Finalmente sólo me queda recomendarle esta novela a los jóvenes lectores apasionados del terror, la intriga y el misterio y que deseen leer algo que enganche y que no puedan soltar hasta el final, porque seguro que este libro les gustará.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 9 de febrero de 2010

No bailéis con la Muerte

La siniestra “frase mágica” que titula esta entrada responde a buenos motivos, y es que, aunque seguro que ya lo sabréis de sobra (aunque hay quien sigue y seguirá haciendo oídos sordos y escudándose en la manida frase “Yo controlo”), coquetear con las drogas es como jugar a la ruleta rusa, y cualquier raya, pastilla, porro, etc. o todo a la vez puede hacer que una noche de juerga sea la última de su vida para una persona.

En definitiva, moralizaciones aparte, mi recomendación se titula Campos de fresas, de Jordi Serra i Fabra. Escrita en 1997 y aún muy leída y recomendada, relata la historia de la joven Luciana Salas, que durante una noche de marcha con sus amigos toma una pastilla y entra en coma. Durante las horas siguientes, las vidas de sus seres queridos se convierten en un infierno: sus padres y su hermana permanecen en vela junto a ella mientras su novio Eloy y sus amigos por un lado, y el inspector Vicente Espinòs por el otro, salen a la caza del camello, que trata de huir. Por otro lado, a la vez que el periodista Mariano Zapata intenta sacar tajada de la historia de Luciana, ésta última, gran jugadora de ajedrez, se enfrenta a la Muerte en el coma en la que podría ser su última partida…

camposdefresas

Éste fue otro de los libros que saqué de la biblioteca el verano pasado, ya que había oído hablar de él hacía tiempo, y no me decepcionó en absoluto, pues su ritmo trepidante engancha al lector desde el primer instante. De hecho, en más de una ocasión pensé que sería muy buena idea adaptar al cine esta novela, pero he descubierto que ya lo hicieron en la pequeña pantalla, y de forma muy desafortunada (cuestión de comprobarlo). Por otro lado, es de  destacar un detalle sobre las portadas (supongo que podéis ver en la de arriba la famosa frase, pero no me refiero a eso): hace tres años se conmemoró el décimo aniversario de la publicación de Campos de fresas, y para celebrar que aún sigue siendo una novela con gran número de lectores y recomendaciones (porque, lamentablemente, las drogas no han dejado de evolucionar y reinventarse con el tiempo), salió a la venta una nueva edición con una segunda portada. Ésta:

camposdefresas2

Si bien la edición que leí presentaba la primera portada, me gusta mucho más la segunda, ya que deja al lector la incertidumbre sobre quién ganará la partida: ¿Luciana o la Muerte? La portada ofrece ambas posibilidades al lector, y también es una buena forma de decir que las drogas no son un juego, sino algo serio y peligroso.

Volviendo al libro, salvo el periodista Zapata (que no tiene el menor escrúpulo), me han gustado prácticamente todos los personajes, pero especialmente el inspector Espinòs (honesto y trabajador), Eloy (que lo da todo por su novia) y Loreto (la mejor amiga de Luciana, enferma de bulimia). Contando a la propia Luciana (a pesar de que ésta sólo intervenga de vez en cuando), los considero los mejores de la novela.

Para terminar, tan sólo me queda recomendarle esta novela especialmente a los que empiezan la adolescencia (creo que debería ser lectura obligada en los colegios) y a los que suelen salir de marcha por las noches, para que vean que lo que le pasa a Luciana también les puede pasar a ellos, que nadie está libre de nada. Y si queréis saber el origen de la “frase mágica” de la novela y de la propia novela, echadles un vistazo a las dos escalofriantes anécdotas relatadas al final por el propio Serra i Fabra.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros