martes, 29 de diciembre de 2009

…Y Wendy creció

Nueva recomendación (la última de este año) con nueva “frase mágica”, ésta sacada de la novela Peter Pan de J. M. Barrie. Sin embargo, la novela que recomiendo esta vez no tiene nada que ver con Peter Pan salvo el hecho de que es la novela favorita de una de las protagonistas de mi recomendación: El mismo mar de todos los veranos (1978), ópera prima de Esther Tusquets (directora de la editorial que lleva su apellido y de la editorial Lumen) que conforma una trilogía con El amor es un juego solitario (1979) y Varada tras el último naufragio (1980). La primera, escrita cuando la autora ya tenía cuarenta y dos años, recibió en su momento una excelente acogida, por su uso del lenguaje y por considerarse la primera novela “amoral” escrita en mucho tiempo en la literatura española.

La historia, que tiene lugar en Barcelona en los 70, cuenta la historia de Elia (que hasta hace pocas ediciones no tenía nombre), una treintañera de la alta sociedad barcelonesa. Morena, bajita, feúcha y mediocre, Elia siempre se ha sentido incomprendida tanto por su madre como por su hija (ambas rubias, altas, guapas y triunfadoras), por lo que tras la enésima infidelidad y el abandono de su marido Julio, Elia se refugia en su trabajo como catedrática de Literatura y se reencuentra con el amor y el deseo donde menos lo esperaba: Clara, una estudiante colombiana fumadora empedernida…

mismomar

Es posible que alguno de vosotros esté pensando que este libro sea una novela erótica de contenido lésbico, pero mi respuesta es no. Sí es cierto que tiene su carga de erotismo, eso no lo puedo negar, pero no se sumerge completamente en el género. En realidad se trata de literatura femenina, género surgido en el mundo anglosajón y en el francófono en la segunda mitad del siglo pasado y que llegó a España tras el franquismo. Las autoras de este movimiento (como Elaine Showalter o Hélène Cixous, entre muchas otras) propugnaban que hasta el momento la literatura había sido un dominio prácticamente exclusivo de hombres y proponían una nueva literatura en la que se tuviese más en cuenta a la mujeres, sus inquietudes y en definitiva su forma de ser y sentir. (Se nota que lo he sacado de mis apuntes de clase, ¿verdad? Como que las explicaciones de mi profesora de Literatura Universal me entusiasmaron tanto que en cuanto empecé las pasadas vacaciones de verano fui enseguida a la biblioteca a buscar esta novela).

Volviendo al libro, éste se encuadra perfectamente en este movimiento de la literatura femenina, también llamada Écriture féminine (Cixous) o Le parler femme (Luce Irigaray): Elia vive rodeada de una familia que no la entiende, no se esfuerza por entenderla ni le permiten expresar sus sentimientos; se siente frustrada ante ello, y por ese motivo el amor de Clara, la única que comprende sus sentimientos y su situación, es su mayor consuelo para ella. Justamente por eso me gusta tanto la pareja protagonista: por su tierna relación ya no sólo amorosa, sino también de comprensión y amistad. Porque para ser amante de una persona, primero hay que ser su amigo.

En definitiva, queridos Rebeldes, después de haber convertido mi recomendación en un comentario de texto/lección de literatura/lección de psicología barata (porque consideraba necesario poneros en contexto), sólo me queda deciros que si buscáis algo distinto que leer, que juegue con el lenguaje como si hiciera malabarismos con las palabras y que tenga por único principio la búsqueda de la felicidad, este libro os gustará.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La Guerra iguala a los hombres como la Muerte

Ya sé que no he podido mantener la promesa que hice en el aniversario, pero este curso parece que estaré tan atareada como el anterior, así que no es de extrañar, queridos Rebeldes, que escriba la segunda entrada tras el aniversario después de dos meses de silencio.

Respecto al título de la entrada, ésa es la conclusión a la que se puede llegar después de leer La enfermera de Brunete, novela de Manuel Maristany. Esta novela se la regalé a mi madre por el pasado Día de la Madre, ya que ella había oído cómo la recomendaban por la radio, y después de ella me la leí yo, luego mi padre y ahora creo que se lo está leyendo una amiga de mi madre. En definitiva, un “suma y sigue” literario en toda regla.

La novela, cuya trama tiene lugar poco antes y durante la Guerra Civil Española, relata la historia de los Montcada, una familia de condes catalanes que lo pierden todo al estallar la guerra. Dispuesto a defender su país y a recuperar el honor perdido, el hijo mayor, Javier, ingresa en el cuerpo de los Requetés y se convierte en un valeroso alférez. Pero la guerra le guarda muchas más sorpresas y reveses de las que pensaba…

enfermera

Por enésima vez, debo darle las gracias a mi madre, pero esta vez por escuchar la radio y estar atenta a los libros que mencionan en las emisoras, pues esta genial novela describe vívidamente la época, los personajes y sus sentimientos. Mis personajes favoritos han sido la bondadosa Soledad (duquesa de Simancas y enfermera voluntaria que da título al libro), la misteriosa “Dama de la Fontana” (doña Elisenda de Montcada, antepasada decimonónica retratada por Goya cuyo fantasma aún vaga por el jardín) y la sufrida Blanca, hermana menor de Javier. Precisamente éste ha sido uno de los que menos me han gustado por su mala costumbre de ir de cama en cama, pero en el fondo lo compadezco de corazón. Al fin y al cabo, el dinero tal vez ayude a tener una situación mejor y posesiones más lujosas, pero no garantiza la propia protección personal de ninguna forma.

Para terminar, sólo me queda recomendar esta novela a aquellas personas no sólo interesadas en el conflicto que dividió a España en dos (y aún lo hace), sino también a quienes deseen conocer la otra perspectiva de la Guerra Civil: la de los ricos, especialmente en Cataluña, que fueron perseguidos y salvajemente asesinados por los soldados republicanos. De todas formas, en todas las guerras sólo hay víctimas y verdugos, por ambos bandos por igual.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

viernes, 18 de septiembre de 2009

Del Infierno al Paraíso, pasando por el Purgatorio

Sí, queridos Rebeldes, hoy voy a recomendar uno de los pesos pesados entre los clásicos de la literatura y una de las obras más conocidas y populares: la Divina Comedia, de Dante Alighieri. La obra, que según los críticos debe entenderse como un tránsito psíquico interior más que como un auténtico viaje físico entre los tres lugares, se compone de tres partes (Infierno, Purgatorio y Paraíso) que conforman cien cantos (34 la primera, 33 la segunda y 33 la tercera) compuestos por tercetos encadenados de versos endecasílabos. He tenido la inmensa suerte de leer una edición (Alianza Editorial, traducción de Abilio Echevarría) que respetaba religiosamente la rima y la estrofa, así que la lectura ha resultado especialmente satisfactoria.

El libro comienza con Dante perdido en un espeso bosque del que logra salir para encontrarse de bruces con una pantera, un león y una loba que lo hostigan para que vuelva a la espesura, pero el poeta latino Virgilio (autor de la Eneida y poeta muy admirado por Dante) lo rescata y le explica que Beatriz, amada del poeta, le ha encargado que lo acompañe y lo guíe hasta el Paraíso en un viaje iniciático que lo llevará a conocer los tormentos de los condenados en el Infierno y las penitencias de los pecadores en el Purgatorio. Pero el camino es más peligroso y difícil de lo que a uno le gustaría…

divina

No tengo palabras para definir esta obra, porque cualquier calificativo se queda corto. Para empezar, valiéndose de sus conocimientos sobre los clásicos grecorromanos y su mitología, Dante llena las lagunas cristianas sobre el Infierno y el Purgatorio, completando el poco o ningún conocimiento que se poseía sobre estas dimensiones. Por otro lado, la Divina Comedia también destaca por ser tanto una excelente fuente de información sobre la historia de Italia, sus reinos y las luchas de poder entre familias y facciones (en especial güelfos y gibelinos) como un genial friso de personajes, tanto históricos como ficticios, con los que Dante conversa de forma amistosa u hostil. Entre ellos elegiría como favoritos a Virgilio y a Beatriz, pero uno de los personajes femeninos (escasos, pero magistrales en opinión general) que me han robado el corazón (en el mejor de los sentidos) ha sido la enternecedora Francesca da Rímini y su historia de amor adúltero.

Para terminar, no podemos olvidar que las obras maestras siempre crean escuela, y la Divina Comedia no ha sido ninguna excepción, pues ha sido de fuente de inspiración a otros artistas (el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, el cuadro Dante y Virgilio en los infiernos de Delacroix) y adaptado a otros géneros (como el cómic japonés Dante Shinkyoku de Go Nagai), además de ser referido o citado en muchos otros libros, películas, etc. En definitiva, un clásico del siglo XIV que aún hoy sigue influyendo en las artes.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

sábado, 12 de septiembre de 2009

¡Feliz cumpleaños!

Sí, queridos Rebeldes: es para mí un honor anunciar que el blog cumple su primer año de vida. Lamentablemente, éste no ha sido un año muy prolífico en recomendaciones, ya que he tenido un curso bastante atareado (de ahí esos meses de silencio entre febrero y junio) pero con el suficiente tiempo libre para leer (especialmente por las noches antes de dormir), así que no es de extrañar que la sección de “Futuras recomendaciones” esté a rebosar de propuestas. De cualquier manera, este curso trataré de sacar algún minuto libre de vez en cuando para hacer alguna recomendación, y así ir vaciando poco a poco la sección para equilibrar la situación.

Por supuesto, en ningún cumpleaños puede faltar una tarta con la que celebrarlo…

happy

¿Y qué mejor forma de celebrarlo que leyendo y regalando libros o yendo a la biblioteca a buscar algo que devorar? Bueno, lo dejo a vuestra elección, pero celebremos este día como se merece.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

viernes, 28 de agosto de 2009

La brújula, la daga y el catalejo

Si en la anterior entrada ya había tratado una trilogía literaria, en ésta voy a hacer lo mismo. Y en cuanto a los tres objetos del título, son los que protagonizan los tres tomos de La Materia Oscura: Luces del Norte, La Daga y El Catalejo Lacado, del autor británico Philip Pullman. El primero fue adaptado al cine como La Brújula Dorada (The Golden Compass) por ser éste el título que recibió el libro en Estados Unidos, pero la película (infumable por la mala adaptación y además engañosa) no le hace la menor justicia al libro; afortunadamente, tengo entendido que, dado el fracaso de la película, no se versionarán los otros dos volúmenes. Estos libros me los regalaron cuando cumplí catorce años, y desde el primer momento me impactó la profundidad de la historia, la sorprendente madurez de la narración y sobre todo la desbordante imaginación y el discurso marcadamente antirreligioso del autor.

Luces del Norte (Northern Lights) está ambientado en un mundo muy similar al nuestro pero a la vez muy diferente, pues entre otras cosas parte del alma de las personas reside fuera de sus cuerpos en forma de animales llamados daimonions (dæmons en la versión original), que reflejan la personalidad y otros rasgos de su poseedor y nacen y mueren con él. La protagonista es Lyra Belacqua, una niña huérfana de once años que vive en el Jordan College de Oxford. Los niños comienzan a desaparecer misteriosamente, supuestamente raptados por los extraños “zampones”, y entre ellos el mejor amigo de Lyra, Roger. Acompañada de su daimonion Pantalaimon y con la ayuda de su aletiómetro (una especie de brújula de cuatro agujas que siempre señala a la Verdad, que en griego es alétheia), Lyra irá en busca de su amigo y de la extraña materia dorada bautizada como “Polvo” en su viaje al Norte, donde deberá enfrentarse a temibles enemigos…

lucesdelnorte

La Daga (The Subtle Knife) se ambienta en buena parte en nuestro propio mundo. El protagonista es Will Parry, un chico de doce años que mata por accidente a uno de los hombres que lo acosan a él y a su madre por unas cartas de su padre, desaparecido en una de sus expediciones cuando Will sólo era un bebé. Huyendo de su crimen, Will se refugia en el mundo de Cittàgazze, habitado únicamente por niños, donde conoce a Lyra, la protagonista del tomo anterior. Ambos conocerán a la científica Mary Malone, que investiga unas extrañas partículas doradas de extraordinario comportamiento, y deberán luchar contra nuevas amenazas tanto de nuestro mundo como de Cittàgazze a la vez que intentan hacerse con un nuevo y poderoso objeto por el cual muchos matarían…

ladaga

El Catalejo Lacado (The Amber Spyglass) constituye el esperado clímax de la trilogía. Mientras que las fuerzas de todos los bandos se preparan para enfrentarse finalmente entre sí, Will y Lyra prosiguen su viaje en busca del mundo de los muertos acompañados del caballero Tialys y lady Salmakia, pertenecientes a la raza de los gallivespianos (diminutos y orgullosos seres antropomorfos, provistos de espolones venenosos en los talones y que montan en libélulas y otros animales amaestrados), perseguidos por nuevos y antiguos enemigos. Por su parte, la doctora Malone, que continúa con sus investigaciones, llega a otro mundo donde será acogida por las hospitalarias y civilizadas criaturas mulefa, que ven como los árboles de su mundo se marchitan lentamente a la vez que se enfrentan a sus acérrimos enemigos: las sanguinarias y crueles aves tualapi

elcatalejolacado

Como ya dije al principio, desde el primer momento me atrapó la trama de esta trilogía que he releído varias veces a lo largo de mi vida, pues definitivamente estos libros marcan a quienes los leen de una forma absolutamente imborrable. Y puede que tal vez sea precisamente esa marca lo que hace que uno quiera leerlos de nuevo, una y otra vez. Los personajes son tan variopintos que resulta muy difícil elegir uno como favorito, pero de los dos protagonistas creo que me quedo con Will, y en cuanto a los personajes secundarios, Lee Scoresby por su valor y su sentido de la amistad y Serafina Pekkala por su sabiduría y su misticismo. Por otro lado, son de destacar las referencias literarias existentes en los libros, desde una cita de El paraíso perdido de Milton a pequeñas citas de famosos poetas anglosajones como Emily Dickinson, William Blake, etc., pasando incluso por una reescritura del Génesis en la que Adán y Eva descubren que poseen sus propios daimonions tras cometer el pecado original.

En definitiva, éstos son unos libros que merecen tener un lugar en cualquier estantería y que merecen ser leídos al menos una vez en la vida. Porque cuando una persona los lee, ya no vuelve a ver el mundo como antes.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 12 de agosto de 2009

El barco, el tren y el faro

Éstos son los tres elementos principales en torno a los que se desarrollan los tres relatos que conforman la Trilogía de la Niebla de Carlos Ruiz Zafón: El Príncipe de la Niebla, El Palacio de la Medianoche y Las Luces de Septiembre, respectivamente. Pese a que estas novelas son completamente independientes entre sí y está protagonizadas por personajes que no tienen ninguna relación entre sí, todos estos relatos tienen algunos puntos en común: las tres historias transcurren en la primera mitad del siglo XX y están protagonizadas por grupos de muchachos adolescentes que se enfrentan a un gran villano a la vez que desentrañan un gran misterio ocurrido en un pasado cercano.

El Príncipe de la Niebla relata la historia de los Carver, una familia de relojeros que se refugia en un pueblecito de la costa sur inglesa durante el verano de 1943. Los hijos mayores, Alicia y Max, y su nuevo amigo Roland se verán obligados a enfrentarse al siniestro Doctor Caín, un diabólico personaje que posee la capacidad de hacer realidad todos los deseos, pero a cambio de un alto precio…

niebla

El Palacio de la Medianoche relata una historia que transcurre en Calcuta en 1932, donde una noche años atrás un tren en llamas atravesó la ciudad y un espectro de fuego sembró el pánico mientras que un militar trataba de salvar a dos bebés mellizos. Dieciséis años después, Ben y Sheere y sus amigos de la Chowbar Society se ven involucrados en el más terrible enigma de la historia de la ciudad de los palacios…

palacio

Las Luces de Septiembre cuenta la historia de una viuda francesa y sus dos hijos que se refugian durante un verano en la Bahía Azul huyendo de la Segunda Guerra Mundial que azota París. La hija mayor, Irene, y su nuevo amigo Ismael vivirán el primer amor a la vez que tratarán de descifrar el misterio que se oculta en la mansión del juguetero Lazarus Jann…

luces

Hacía ya mucho tiempo que tenía aparcada esta recomendación en la sección de “Futuras recomendaciones”, y ya era hora de sacarla de allí y expresar mi opinión sobre estas tres novelas que he podido saborear en un único (y francamente sustancioso) volumen oportunamente editado con motivo de la publicación de El Juego del Ángel. Para ser sinceros, la que más me ha gustado ha sido El Príncipe de la Niebla, que ya conocía desde hacía muchos años (de hecho, leí un pequeño fragmento que me pusieron en un examen de 3º de Primaria). En cuanto a las otras dos, me ha gustado más Las Luces de Septiembre que El Palacio de la Medianoche, posiblemente por el parecido de su argumento con el de la primera novela, lo que no significa que la segunda me haya desagradado. Sin embargo, si uno se fija detenidamente, las novelas de Ruiz Zafón (esta trilogía, La Sombra del Viento y El Juego del Ángel; no he leído Marina, así que no me atrevo a incluirla) tienden a repetir ciertos patrones. No diré cuáles por respeto a los lectores, pero si uno se fija detenidamente, los verá.

En fin, dedico esta triple recomendación especialmente a los lectores jóvenes (más o menos de la edad de los protagonistas) que busquen una lectura de verano amena, entretenida y aderezada con una buena dosis de misterio, porque seguro que estos libros serán perfectos para ellos.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

viernes, 17 de julio de 2009

No me des un beso inteligente: no quiero un beso cruel

El título tan largo de esta entrada corresponde a otra “frase mágica” más del gran sabio Pe Cas Cor (seguiré sin revelar su identidad) para una de las novelas más famosas de Martín Casariego Córdoba: Y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero. Esta novela juvenil, publicada en 1995, supuso un éxito inmediato de ventas y de crítica, hasta el punto de que cinco años después fuese adaptada al cine, pero la película no le hace ninguna justicia al libro: no vale la pena para nada.

La novela cuenta la historia de Juan, un chico de quince años honesto y bonachón, que comienza el nuevo curso de B. U. P. con una nueva compañera de clase: Sara, de comportamiento tan extravagante como imprevisible. A las pocas semanas de clase, Sara le propone a Juan robar los exámenes para poder copiar. A partir de ahí, Juan comenzará a enamorarse paulatinamente de Sara y luchar por ella (y a veces contra ella) mientras que intenta ocultar por medios muy heterodoxos su amor por ella ante los suyos…

Ydecirte

Es muy posible que mi resumen haga parecer a Sara un personaje antipático (la verdad es que prefiero a Maite de Qué poca prisa se da el amor, novela que me leí primero), pero la verdad es que dentro de su caótica excentricidad nos podemos encontrar un personaje verdaderamente interesante que tuvo que sufrir algún suceso terrible e innombrable en el pasado. Por otro lado, me divierte mucho la forma en la que Juan cuenta las cosas (saltando de un tema a otro que da gusto: de Sara a los cobayas, de los cobayas a su hermanito), cómo describe su mundo y en especial las relaciones con sus amigos y la gente de la clase (un grupo muy particular), con su simpático hermanito Zac (entiéndase “Zacarías”) y con Sara (a la que describe con motes como “Saraescondeojos”, “Saracelosa”, “Sarasocorro”, etc.).

En fin, queridos rebeldes, como ya habréis notado me gusta mucho esta novela de Martín Casariego, así que si queréis saber qué será de Juan y Sara no os perdáis esta divertida historia. Y si queréis conocer un poco más de la vida y obra del autor, pues echadle un vistazo a su página web.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

domingo, 28 de junio de 2009

Recogiendo flores por tierras vascas

¡Saludos, mis queridos rebeldes! Es para mí un gran placer anunciaros que por fin ya estoy de vacaciones, y por lo tanto podré colgar numerosas entradas a lo largo de todo el verano; tengo mucho material que recomendaros, y todos sabemos que la época estival es ideal para devorar novelas (aunque como reza el lema de mi reloj, “cualquier hora es buena para leer”).

Respecto a mi recomendación de hoy, se trata de la novela La flor de la argoma, de la escritora Toti Martínez de Lezea. La obra debe su título a la argoma (Ulex europaeus), también conocida como aliaga, aulaga o tojo y que es un arbusto espinoso muy común de Navarra y el País Vasco. Posee flores de un amarillo vivo y, según la creencia popular, ayuda a encontrar el amor.

argoma


¿Bonita, verdad? Bien, volviendo a la novela, La flor de la argoma relata un drama histórico que tiene lugar en el siglo XIX, en tiempos de la Tercera Guerra Carlista, y relata la historia de los hermanos Urrondo: Bittor (supongo que equivaldrá a Víctor), Eladio, Agustín y Tomás. Al morir sus padres, son enviados a vivir con los jesuitas de Loyola hasta que la casa religiosa queda clausurada por la expulsión de la reina Isabel II. Los cuatro hermanos vuelven a su caserío Urondoa en el valle de Araotz de Oñati y se ven envueltos contra su voluntad en los enfrentamientos entre uno y otro bando. Así, mientras que Agustín se ordena sacerdote y Tomás sueña con combatir en la guerra, Bittor y Eladio se verán separados por sus ideas y lucharán entre sí, tanto por la propiedad del caserío y sus tierras como por el amor de una mujer, la bella Julia Iturralde…


Al igual que con La elegancia del erizo, recibí este libro como regalo de Navidad, y aunque al principio no me atrajo mucho, después no podía parar de leer; ya no sólo por la historia, sino también por saber más de las costumbres y tradiciones (en especial los viejos mitos y leyendas, a los que soy gran aficionada) de la gente de más al norte. Por otro lado, la autora puede presumir de haberme dado más de una sorpresa, y en especial una del tipo “Hay que ver qué pequeño es el mundo” en los últimos capítulos.

En fin, si buscáis una novela con drama, amor y ambientada en una época poco tratada, pero sin despegarse de la Historia (la novela tiene un pequeño apéndice de bibliografías al final), seguro que ésta os va a gustar.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 9 de junio de 2009

¿Os gustan los erizos?

En primer lugar, sé que no tengo perdón por no haber colgado ni una miserable entrada en todo lo que llevamos de año, pero es que este curso he estado atareadísima, y no he tenido tiempo más que de comenzar este borrador que por fin publico hoy.

En cuanto a la pregunta del título de la entrada, se debe al título de la novela que voy a recomendaros hoy: La elegancia del erizo (L'élégance du hérisson), de la escritora francesa Muriel Barbery, que también ejerce como profesora de Filosofía (y esto se nota muchísimo en su novela). Esta novela me la regalaron hace ya tiempo, por Navidades, y aunque la recomiendo hoy, en su momento tardé sólo unos pocos días en leérmela, pues es fabulosa.

La historia tiene lugar en París en la época actual, en el número 7 de la calle Grenelle, y cuenta con dos estupendas protagonistas femeninas. Por un lado, está Renée Michel, la portera del edificio, una viuda de cincuenta y cuatro años que ostenta una increíble cultura que se ocupa de ocultar por todos los medios a los residentes del inmueble para no llamar su atención. Para ello, comete de forma premeditada numerosas incorrecciones en el habla y pone la olla hasta arriba de comida y la televisión a todo volumen para que la gente se la imagine apoltronada en la butaca con su gato Léon en los brazos, viendo telebasura mientras se prepara el almuerzo, cuando en realidad lo que hace es leer y leer sin parar y de vez en cuando ver películas antiguas, en especial cine antiguo japonés.

Por otro lado, tenemos a Paloma Josse, una inteligentísima niña de doce años a la que le ha tocado vivir en una familia tan adinerada como superficial y egocéntrica. En una casa (y en el edificio en general) en la que cada uno va a lo suyo y nadie ve más allá de sus narices, Paloma es una pequeña filósofa, también aficionada a la cultura japonesa (incluso se apunta a clases de japonés en su colegio como optativa), que escribe haikus sobre su vida y se expresa en agudos escritos sobre el mundo que la rodea.

A lo largo de la novela, Renée y Paloma se expresan en sus respectivos mundos hasta la llegada de un nuevo y misterioso vecino, el señor Kakuro Ozu, que será quien propicie con su presencia el encuentro de tan singulares almas gemelas.

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Este libro, simple y llanamente, me encantó. Hacía tiempo que no me encontraba con una novela tan buena, divertida y a la vez reflexiva y meditativa. El trío protagonista (Renée, Paloma y el señor Ozu) se ha ganado mi corazón, y si no fuera porque a lo mejor terminaba a la escasa altura mental de Colombe (hermana mayor universitaria y mema de Paloma), no me importaría tener a las dos primeras respectivamente de abuela y de hermana menor. Y por supuesto, al señor Ozu de abuelo.

En fin, si queréis saber por qué Renée se comporta de dicha manera, qué será de Paloma y su familia y cuáles son los secretos del señor Ozu, os recomiendo que os leáis este genial libro del que ya están rodando una película (esperemos de corazón que salga algo medianamente decente).

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 3 de febrero de 2009

Del Esplendor a la Catástrofe

Lo primero que debo hacer con esta nueva entrada es desearle un Feliz Año 2009 (con mucho retraso, naturalmente) a mis queridos rebeldes y a los seguidores de mi blog, aparte de, por supuesto, esperar que Papá Noel o los Reyes Magos (a vuestro gusto) os hayan traído material con el que propagar la Rebeldía de Leer (pese a la crisis). En cuanto al título de la entrada, así se titulan los dos volúmenes de mi primera recomendación del año 2009: La Novela de Genji (o Genji Monogatari), de Murasaki Shikibu. En realidad "Shikibu" debería haberse traducido más o menos por "doña", pero a los traductores no les sonaba del todo natural utilizar "doña" con un nombre extranjero (y eso que en la versión inglesa transcribieron el nombre de la autora como Lady Murasaki), por lo que lo dejaron como si Shikibu fuese su apellido. En cualquier caso, este año empezamos a lo grande con una Recomendación con mayúsculas; no sólo por la cantidad de etiquetas que trae esta entrada, sino también porque este libro está considerado (y con mucha razón) la obra maestra de la literatura nipona. Baste con recitar el principio de la obra: "En el reinado de cierto emperador cuyo nombre y fecha omitiré..." Se parece mucho al principio de El Quijote, ¿verdad?
Esta novela se escribió en el siglo X, en la era Heian, considerada el período de esplendor de Japón por varios motivos:
  • El país, con capital en la ciudad de Heian Kyo (la actual Kioto), vivía en paz. Precisamente del nombre de la ciudad recibe el nombre dicha era.
  • Los nobles, aparte de regir el país, se dedicaban a vivir tranquilamente su vida dedicados a las artes (que florecieron espectacularmente), especialmente la literatura y la poesía; con frecuencia solían realizar certámenes y celebrar fiestas de mayor o menor suntuosidad en las que se casi siempre se repartían regalos. Debía saberse hacer un poema de forma rápida y adecuada a la situación (por ejemplo, para dar una buena respuesta a un desafío), o de lo contrario no se tendría en buena consideración a quien no pudiese hacerlo.
  • Las mujeres nobles estaban relativamente bien tratadas (sabían leer y escribir y, salvo algunas restricciones de conducta, contaban con bastante libertad) si se compara con Occidente.
  • El budismo y el sintoísmo coexistían en el país sin demasiados problemas, a pesar de cierta rivalidad entre ambas religiones.

A todo esto hay que añadir que, aunque el país gozaba de una buena situación, se contemplaba la vida de forma fatalista, considerando que se vivía en una época decadente y que se acercaban tiempos aciagos.
De todas formas, vayamos al grano: la Novela de Genji es un relato ficticio compuesto de numerosos conjuntos de libros agrupados en dos volúmenes, Esplendor y Catástrofe (es muy posible que falten capítulos), junto con más de mil poemas breves y referencias a grandes poemas tradicionales de Japón, en especial el Kokinshu y el Gosenshu. La historia relata los avatares de la vida de Genji, un joven príncipe que es el segundo hijo del emperador y de su esposa favorita, Kiritsubo. Desde muy joven se lanza a la búsqueda del ideal femenino en las mujeres de su entorno, pues su madre, considerada como una mujer ideal, murió cuando él era apenas un bebé y no la recuerda. Así pues, Genji tiene relaciones amorosas con diversas mujeres, en las que busca ese ideal que tanto ha comentado con sus amigos y compañeros.

Posiblemente este resumen no sea del agrado de las personas que conocen bien la obra y tal vez me arriesgue a que me critiquen o (lo más probable) que mi resumen convierta a Genji en un donjuán a la japonesa, cuando en realidad su comportamiento era bastante normal (en la edición de Círculo de Lectores, que es la que he leído, vienen comentarios muy interesantes respecto a esto), si bien sus allegados consideran que a veces se pasa de la raya, e incluso la propia Murasaki lo tacha de “incorregible” en más de una ocasión.
Por otro lado, debo destacar este libro como una magnífica novela de costumbres; la autora describe minuciosamente las maquinaciones de la Corte imperial y las tradiciones y creencias de su época, que ella misma critica indirectamente. Por ejemplo, el hecho de que, según el budismo, un alma no puede ir al Nirvana si ha vivido como mujer, sino que primero debe reencarnarse en un hombre y así ir al Paraíso, así como el hecho de que se mirase con malos ojos a una mujer que leyese poesía en chino, cosa que Murasaki hacía a la muerte de su esposo y su padre (hasta sus propias criadas la criticaban por ello). No obstante, la autora tendía a la autocensura cuando trataba este asunto: “pero no está bien que una mujer hable de poesía china, de modo que no añadiré ni una palabra más”.
En fin, después de esta descomunal parrafada sólo me queda recomendar este excelente libro, del que se han hecho películas, obras teatrales, series y hasta algún manga. Mientras tanto, voy a intentar buscarme la otra obra por la que Murasaki es famosa: su propio Diario.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros