domingo, 24 de julio de 2011

De los terribles secretos de algunos nombres

Cuenta un mito del Antiguo Egipto que Amón Ra, dios supremo, tenía un nombre secreto, que sólo conocía él y procuraba que nadie supiese; la diosa Isis supo de la existencia de ese nombre, y se valió de toda clase de tretas para conocerlo, pues sabiendo ese nombre, tendría poder sobre el mismo Ra. Finalmente consiguió saber el nombre secreto, y aunque nunca tuvo que utilizarlo, su astucia le valió el sobrenombre de “La princesa de los dioses”.

Quizás me he puesto algo paranoica, pero lo que quiero decir con este mito es que el conocimiento, sea del tipo que sea, es poder, y un poder a veces muy peligroso. Por eso hay muchos que temen al saber y prefieren vivir en una feliz ignorancia. Claro que también hay veces que es mejor no meter las narices (y procurar que nadie ajeno las meta) donde no nos llaman para evitarnos líos…

Bien, tras mucha dilación comienzo con la recomendación de hoy: Lo que esconde tu nombre (2010), de Clara Sánchez. Ganadora del Premio Nadal 2010, llegó a mis manos directamente de Círculo de Lectores, y tras una lectura y recomendación materna previa, comencé a leer el libro.

Tenemos dos protagonistas: por un lado, está Sandra, una joven embarazada que decide tomarse unas vacaciones en un pueblo de la costa levantina, donde conoce a un amable matrimonio de jubilados noruegos, los Christensen. Por otro lado, está Julián, superviviente del campo de concentración de Mauthausen y cazador de antiguos nazis que hoy viven tranquilamente en las costas españolas como ancianos turistas. Los caminos de una y otro se cruzarán, dando lugar a una trama de intrigas y mentiras…

loquesconde

Francamente, me gusta mucho la portada de esta novela; resulta perturbadora la imagen de la joven sin cejas ni boca, con la palabra help (“socorro” en inglés) arañada sobre donde debería ir la boca. Una buena representación de la situación que empieza a vivir Sandra en compañía de los Christensen y su nutrido grupo de amistades…

Esta novela está enfocada desde un punto de vista relativamente original, ya que muchos nazis lograron huir de la justicia escondiéndose en España e Italia, donde contaban con los respectivos apoyos de Franco y Mussolini, y también en otros países, donde cambiaron de identidad y de vida para no ser descubiertos, aunque de vez en cuando todavía se logra cazar a uno o dos. Sin ir más lejos, un ejemplo cinematográfico: La caja de música (1989), de Constantin Costa-Gavras.

lacajademusica

En cuanto al estilo, la autora ha conseguido, al menos en mi caso, que logre meterme en la piel de Sandra y de Julián. La historia se cuenta en primera persona, desde el punto de vista de ambos, y con ello uno siente en plenitud la asfixia, la oscuridad, el miedo y el odio. De los personajes, me han gustado sobre todo Julián y Alberto. Sin embargo, en términos generales, creo que se le podría haber sacado un poco más de jugo a la historia; además, el final queda algo abierto para mi gusto, pero supongo que la autora lo quiso así para dar a entender que Julián no piensa rendirse. Y os aseguro que no es hombre que se rinda fácilmente.

Para terminar, una breve anécdota: hace un par de meses, soñé que iba al cine y que me encontraba con el cartel de esta novela en la sección de “Próximos estrenos”. Quién sabe, lo mismo algún día tenemos en pantalla a Sandra, Julián y los demás…

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros