lunes, 23 de agosto de 2010

Especial Verano 2010 (V): Manolito Gafotas

¡Hola a todos! Para no perder la costumbre con el Especial Verano 2010, hoy os recomiendo ni más ni menos que una saga entera de libros: los siete desternillantes tomos protagonizados por Manolito Gafotas, personaje creado por la gaditana Elvira Lindo. Curiosamente, Manolito no nació en los libros, sino en la radio, donde su propia autora le prestaba voz. Y de ahí al papel sólo había un paso.

Toda la saga de Manolito está narrada en primera persona, ya que el protagonista tiene mucho que contar de su vida en el barrio de Carabanchel (Alto) y de la gente que le rodea.

El primer libro, Manolito Gafotas (1994), nos presenta al personaje, a sus amigos (el Orejones López, Susana Bragas-Sucias y demás) y a su familia: sus padres (Manolo, camionero; Catalina, ama de casa), su adorado abuelo Nicolás y su hermano “El Imbécil” (siempre lo llama así porque nunca recuerda su nombre; no es ningún insulto); además de relatarnos algunas anécdotas sobre su vida y el poco caso que le hacen.

En Pobre Manolito (1995), somos testigos de cómo a este pequeño charlatán se le fastidian las vacaciones de verano por un doloroso suspenso en Mates y, entre otras cosas, de los peligros de colaborar con los amigos en un robo…

¡Cómo molo! (Otra de Manolito Gafotas) es de 1996. Manolito está de vacaciones, pero no le resultarán del todo tranquilas debido a un grave percance en la piscina del barrio. Por si fuera poco, el Imbécil irá al colegio en septiembre, y Manolito tendrá que hacer de mediador entre él y su guapa profesora…

Los trapos sucios de Manolito Gafotas (1997) es el cuarto tomo de la saga, en el que la niña nueva de la clase, Melody Martínez, se enamorará de Manolito hasta el punto de defenderlo de Yihad, el matón de la clase. Y cuando llegue la Navidad a Carabanchel, a Manolito le esperarán momentos muy divertidos, pero también alguno muy humillante y un tremendo susto…

todalasaga

En Manolito on the Road (1998), al ver que Catalina no puede con los niños, la casa y el abuelo a la vez, el padre de nuestro protagonista se lo llevará en el camión. Padre e hijo vivirán muy buenos momentos en la carretera, pero también se llevarán algún mal trago por el camino…

Yo y el Imbécil (1999) narra cómo Manolito y su hermano se las tienen que apañar cuando al abuelo Nicolás lo llevan a operar de la próstata. Con el abuelo en el hospital y mamá haciéndole compañía, los dos niños quedarán a cargo de su vecina la Luisa, a la que le darán más de un quebradero de cabeza…

Manolito tiene un secreto (2002) es el tomo más corto de la saga. El colegio Diego Velázquez, al que van Manolito, sus amigos y el Imbécil, prepara una gran actuación navideña ante la próxima visita del alcalde. Por otro lado, Manolito descubre en casa un secreto que tendrá una gran importancia…

Este último libro tiene un final muy prometedor por el secreto al que se refiere; de hecho, la autora declaró que en el próximo libro tendría mucho más protagonismo el Imbécil que Manolito, pero ya estamos en 2010 y no hay rastro de ese futuro libro (todo lo más, un volumen titulado Todo Manolito que contiene los siete libros juntos). De todas formas, sé perfectamente que esta saga arrancará carcajadas con cada frase de Manolito y sonrisas con los omnipresentes dibujos de Emilio Urberuaga (ilustrador de todos los libros en todas sus ediciones y buen amigo de Elvira Lindo).

Los libros han sido llevados a la gran pantalla en dos ocasiones (1999 y 2001) y a la pequeña pantalla en forma de serie (2004) en la que repiten papel algunos de los actores de la primera película. La primera película, homónima del primer tomo, se inspira en el quinto libro, aunque también incluye detalles de los tomos anteriores, especialmente el segundo. En cuanto a la segunda, Manolito Gafotas: ¡Mola ser jefe!, se inspira en el tercer y el cuarto tomos. Personalmente, considero que la primera película es la más fiel a la obra tanto en la ambientación como en los personajes (físico y personalidad). Respecto a la serie, que entremezcla historias de todos los libros, plasma muy bien la saga, aunque sólo tuvo una temporada y no muy buenas críticas en televisión.

Es fácil darse cuenta de que me es imposible elegir un tomo favorito, porque todos tienen anécdotas hilarantes (y también alguna tristona) de la vida de Manolito y los líos en que se mete. Con los personajes lo tengo más claro: aparte de (evidentemente) Manolito, el Imbécil (con su chupete y hablando de sí mismo como “El nene”), el abuelo Nicolás (tan bondadoso y paciente), Catalina (que tiene muy mal carácter pero que es una pobre mujer, al fin y al cabo) y la Sita Asunción (profesora de Manolito; siempre llama “delincuentes” a sus alumnos, pero los adora).

Después de la entrada más larga hasta ahora en lo que va de blog, creo que va siendo hora de ir a buscar estos libros con los que podréis pasar (aunque las vacaciones vayan terminando) unas divertidas tardes de verano (se leen rapidísimo) conociendo los avatares de Manuel García Moreno. Pero no preguntéis por él por su nombre completo, que nadie lo conoce así por su barrio.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

domingo, 15 de agosto de 2010

Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas…

…o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.

Estos versos pertenecen a un poema titulado Kabul, escrito en el siglo XVII por el poeta persa Saib-e-Tabrizi, e inspiraron a Khaled Hosseini el título de Mil soles espléndidos (A Thousand Splendid Suns), su segunda novela, escrita en 2007. Esta segunda obra no sólo tuvo una recepción magnífica, sino que superó con creces el éxito fulgurante de Cometas en el cielo.

Esta vez, Hosseini nos trae una historia de dos mujeres. Por un lado, tenemos a Mariam, hija ilegítima de Yalil, un rico empresario de Herat. Sueña con ser aceptada por su padre, pero éste la obliga a casarse a los quince años con Rashid, un zapatero kabulí treinta años mayor que ella que al principio se mostrará amable con Mariam pero después la maltratará cruelmente.

Por otro lado, casi treinta años después, tenemos a Laila, una joven de catorce años que pierde a sus padres y que se convertirá en la segunda esposa de Rashid. La hostilidad que surge al principio entre ambas mujeres pronto se convertirá en una fortísima amistad, casi un vínculo materno-filial, que las ayudará a enfrentarse a la adversidad tanto fuera como dentro de casa…

milsoles

En esta novela, Hosseini no pierde ni pizca del estilo (las palabras y expresiones en farsi siguen ahí) y de la temática que lo catapultaron a la fama. Y ello se agradece sinceramente, pues Mil soles espléndidos es una obra tan desgarradora por las crueldades que retrata como conmovedora por las bondades que en ella se describen. A lo largo de los gobiernos que se suceden en la novela (monarquía, república, ocupación soviética, enfrentamiento con los muyahidines y alzamiento talibán), el lector puede disfrutar de un abanico de personajes amplísimo; entre mis favoritos, aparte de (por supuesto) Mariam y Laila, incluyo a Tariq, Hakim, Aziza y el señor Yamal.

No me cabe la menor duda de que Mil soles espléndidos no defraudará a los fans de Hosseini, aunque las dos novelas del autor pecan de ser (si hay que buscárseles algún defecto) un poco previsibles. Sin embargo, una vez más debo decir Tashakor, Hosseini sahib.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

lunes, 9 de agosto de 2010

Especial Verano 2010 (IV): Dilaf

¡Saludos, queridos Rebeldes! Para continuar con esta sección de mi blog, hoy voy a recomendar no uno, sino dos libros: Dilaf el sabio y Dilaf y la princesa, ambos escritos en 1998 por César Vidal. El primer libro pertenecía a una de esas listas de libros para leer durante el verano, mientras que el segundo lo encontré por casualidad y le pedí a mi madre que me lo comprara (no conservo ninguno de los dos, ya que los doné a la biblioteca). Ambas historias transcurren en un mundo fantástico, y ambas están narradas por el protagonista, Zámar de Undría, en su vejez.

Dilaf el Sabio comienza cuando los padres del pequeño Zámar, que tiene once años, son asesinados. Un criado logra salvar al niño y llevarlo a casa del sabio Dilaf, que lo cuidará y educará con la ayuda de su sirviente, Ishdor…

dilafelsabio

Dilaf y la princesa tiene lugar unos cinco años después del final del primer libro. Zámar, ya adolescente, se reencuentra con Ishdor, quien le transmite un mensaje de Dilaf: necesita su ayuda para escoltar a la princesa Sagura hasta el reino de Rolondia…

dilafylaprincesa

Personalmente, me habría gustado que las aventuras de Zámar y Dilaf hubiesen continuado un poco más (no sólo hay únicamente dos libros, sino que además son muy cortos), pero me siento satisfecha con lo que he leído. El mundo inventado por el autor es muy interesante y está plagado de pueblos, criaturas y expresiones muy curiosas, como “irse con la Luz”, que equivale a morir (al final del primer libro viene un glosario con toda la información al respecto; no recuerdo si en el segundo también había otro glosario). En cuanto al trío protagonista, mi personaje favorito es Ishdor, simpático, despistado y muy supersticioso.

En definitiva, si os apetece leer algo de novela fantástica que se pueda leer muy rápido, estos dos libros serán de vuestro agrado.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 4 de agosto de 2010

El veneno es la reina

He aquí la “frase mágica” de una de las mejores novelas de la literatura británica: Yo, Claudio (I, Claudius) del mitólogo y catedrático de Oxford Robert Graves. Escrita en 1934, bebe de las fuentes de Tácito, Plutarco y especialmente de Suetonio. De hecho, se cuenta que después de que Graves leyese la biografía de Claudio escrita por este último, el emperador se le apareció en sueños exigiendo que se narrase su verdadera historia (precisamente Claudio fue un gran historiador), y Graves hizo este libro y su continuación, en los que se describe a este emperador (cojo, tartamudo y con demasiado gusto por el vino) con comprensión y simpatía.
 
La obra, que abarca desde el gobierno de Augusto, antes del nacimiento del propio Claudio, hasta la coronación involuntaria de éste, está escrita en primera persona y salpicada de tristeza y amarga ironía que, sin embargo, es capaz de provocar más de una sonrisa en el lector. Sin ir más lejos (reconozco que no puedo resistir la tentación), he aquí la primera frase:
 
Yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico esto-y-aquello-y-lo-de-más-allá […], conocido de mis parientes, amigos y colaboradores como “Claudio el Idiota”, o “Ese Claudio”, o “Claudio el Tartamudo”, o “Clau-Clau-Claudio”, o, cuando mucho, como “El pobre tío Claudio”, voy a escribir ahora esta extraña historia de mi vida.
 
(Traducción de Floreal Mazía. Alianza Editorial, 1979)
 
yoclaudio
 
Supongo que no es difícil darse cuenta de que me siento muy orgullosa de recomendar esta novela; ya no sólo por su calidad y su rigor histórico, sino por su fama y la buena consideración que aún recibe del público. Esta novela (junto con su segunda parte, que intentaré buscar en cuanto pueda) tuvo una excelente acogida desde el principio, si bien posteriormente Graves lamentó haber escrito los dos libros, pues su popularidad eclipsó sus otras obras y trabajos. Y en ese sentido, la fabulosa miniserie de trece capítulos (adapta ambas novelas; justamente acabé de verla anoche), realizada en 1976 y ganadora de numerosos premios (incluido un Emmy), no ayudó mucho.
 
iclaudius
 
Una de las cosas buenas de que Yo, Claudio sea una autobiografía es que permite conocer a los personajes y sus virtudes, manías y defectos muy de cerca (por ejemplo, la coletilla de Augusto “En menos que se chupa un espárrago”). Claudio, que sobrevivirá en la corte haciéndose el tonto y exagerando sus defectos, retrata maravillosamente a su familia y las intrigas imperiales, especialmente las de su cruel abuela, Livia. De los buenos, mis favoritos son el propio Claudio pese a sus muchos defectos, Germánico, Póstumo, Atenodoro, Augusto y Julia (pese a su promiscuidad). Con los villanos no hay término medio, o se adoran pese a sus maldades y perversiones (Livia, Calígula) o se odian justamente por ellas (Livila, Tiberio, Sejano, Mesalina, Agripina la Menor, Nerón; incluyo estos tres últimos tras verlos en la serie).
 
Estoy convencida de que los aficionados de la cultura romana, de la Historia y de la buena literatura en general se sentirán más que complacidos con esta obra (la única pega que tiene es que hay que consultar el árbol genealógico de la familia cada dos por tres). En cuanto a mí, trataré de buscarme la segunda parte “en menos que se chupa un espárrago”: Claudio, el dios, y su esposa Mesalina. Y sí, la expresión de Augusto se me ha pegado.
 
Hasta la próxima página,
 
La Rebelde de los Libros