domingo, 15 de agosto de 2010

Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas…

…o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.

Estos versos pertenecen a un poema titulado Kabul, escrito en el siglo XVII por el poeta persa Saib-e-Tabrizi, e inspiraron a Khaled Hosseini el título de Mil soles espléndidos (A Thousand Splendid Suns), su segunda novela, escrita en 2007. Esta segunda obra no sólo tuvo una recepción magnífica, sino que superó con creces el éxito fulgurante de Cometas en el cielo.

Esta vez, Hosseini nos trae una historia de dos mujeres. Por un lado, tenemos a Mariam, hija ilegítima de Yalil, un rico empresario de Herat. Sueña con ser aceptada por su padre, pero éste la obliga a casarse a los quince años con Rashid, un zapatero kabulí treinta años mayor que ella que al principio se mostrará amable con Mariam pero después la maltratará cruelmente.

Por otro lado, casi treinta años después, tenemos a Laila, una joven de catorce años que pierde a sus padres y que se convertirá en la segunda esposa de Rashid. La hostilidad que surge al principio entre ambas mujeres pronto se convertirá en una fortísima amistad, casi un vínculo materno-filial, que las ayudará a enfrentarse a la adversidad tanto fuera como dentro de casa…

milsoles

En esta novela, Hosseini no pierde ni pizca del estilo (las palabras y expresiones en farsi siguen ahí) y de la temática que lo catapultaron a la fama. Y ello se agradece sinceramente, pues Mil soles espléndidos es una obra tan desgarradora por las crueldades que retrata como conmovedora por las bondades que en ella se describen. A lo largo de los gobiernos que se suceden en la novela (monarquía, república, ocupación soviética, enfrentamiento con los muyahidines y alzamiento talibán), el lector puede disfrutar de un abanico de personajes amplísimo; entre mis favoritos, aparte de (por supuesto) Mariam y Laila, incluyo a Tariq, Hakim, Aziza y el señor Yamal.

No me cabe la menor duda de que Mil soles espléndidos no defraudará a los fans de Hosseini, aunque las dos novelas del autor pecan de ser (si hay que buscárseles algún defecto) un poco previsibles. Sin embargo, una vez más debo decir Tashakor, Hosseini sahib.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

No hay comentarios: