Sí, queridos Rebeldes, hoy voy a recomendar uno de los pesos pesados entre los clásicos de la literatura y una de las obras más conocidas y populares: la Divina Comedia, de Dante Alighieri. La obra, que según los críticos debe entenderse como un tránsito psíquico interior más que como un auténtico viaje físico entre los tres lugares, se compone de tres partes (Infierno, Purgatorio y Paraíso) que conforman cien cantos (34 la primera, 33 la segunda y 33 la tercera) compuestos por tercetos encadenados de versos endecasílabos. He tenido la inmensa suerte de leer una edición (Alianza Editorial, traducción de Abilio Echevarría) que respetaba religiosamente la rima y la estrofa, así que la lectura ha resultado especialmente satisfactoria.
El libro comienza con Dante perdido en un espeso bosque del que logra salir para encontrarse de bruces con una pantera, un león y una loba que lo hostigan para que vuelva a la espesura, pero el poeta latino Virgilio (autor de la Eneida y poeta muy admirado por Dante) lo rescata y le explica que Beatriz, amada del poeta, le ha encargado que lo acompañe y lo guíe hasta el Paraíso en un viaje iniciático que lo llevará a conocer los tormentos de los condenados en el Infierno y las penitencias de los pecadores en el Purgatorio. Pero el camino es más peligroso y difícil de lo que a uno le gustaría…
No tengo palabras para definir esta obra, porque cualquier calificativo se queda corto. Para empezar, valiéndose de sus conocimientos sobre los clásicos grecorromanos y su mitología, Dante llena las lagunas cristianas sobre el Infierno y el Purgatorio, completando el poco o ningún conocimiento que se poseía sobre estas dimensiones. Por otro lado, la Divina Comedia también destaca por ser tanto una excelente fuente de información sobre la historia de Italia, sus reinos y las luchas de poder entre familias y facciones (en especial güelfos y gibelinos) como un genial friso de personajes, tanto históricos como ficticios, con los que Dante conversa de forma amistosa u hostil. Entre ellos elegiría como favoritos a Virgilio y a Beatriz, pero uno de los personajes femeninos (escasos, pero magistrales en opinión general) que me han robado el corazón (en el mejor de los sentidos) ha sido la enternecedora Francesca da Rímini y su historia de amor adúltero.
Para terminar, no podemos olvidar que las obras maestras siempre crean escuela, y la Divina Comedia no ha sido ninguna excepción, pues ha sido de fuente de inspiración a otros artistas (el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, el cuadro Dante y Virgilio en los infiernos de Delacroix) y adaptado a otros géneros (como el cómic japonés Dante Shinkyoku de Go Nagai), además de ser referido o citado en muchos otros libros, películas, etc. En definitiva, un clásico del siglo XIV que aún hoy sigue influyendo en las artes.
Hasta la próxima página,
La Rebelde de los Libros
1 comentario:
La verdad es un libro que me fascina, pero no lo he leído, aunque he sabido bastante del mismo por otro libro, "El último Catón", de Matilde Asensí. Ahí aprendí mucho de la obra, incluso leí algunos cantos que estaban incluidos en ella. La verdad, es un libro que me encantaría leer, un gran clásico sí señor. xD
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