¡Hola a todos, queridos Rebeldes! En primer lugar, pido perdón por el grandísimo lapso de silencio entre mi última actualización y ésta, pero he estado con mi último examen, papeleos varios y un intento de escribir una novela (si un día se publica, seréis los primeros en saberlo), y apenas he podido acercarme al blog. En segundo lugar, sé que, en teoría, ahora tocaría la entrada correspondiente a Las afinidades electivas, pero creo que voy a releerme el libro para escribir una entrada mejor (hace ya mucho que lo leí, y no me vendría mal recordar detalles), de modo que voy a pasar a los libros siguientes.
Así pues, hoy nos toca hablar de la novela Raíces (Roots; 1976), del estadounidense Alex Haley, que nos cuenta en sus páginas la historia de su familia materna desde el siglo XVIII hasta nuestros días. La historia comienza en Juffure, una pequeña aldea de Gambia, con el nacimiento de Kunta, primogénito de Omoro y Binta Kinte, ambos de etnia mandinka. Tras una infancia muy feliz junto a los suyos, Kunta es capturado, con apenas diecisiete años, por unos tratantes de esclavos que se lo llevan a América. Y a partir de aquí comienzan sus avatares y los de sus descendientes…
Esta novela, de lectura obligada en EE.UU., vio la luz tras doce años de investigación por parte de Haley (fallecido en 1992), que desde niño escuchaba las historias que se contaban en su familia sobre sus antepasados lejanos, hasta llegar a uno al que llamaban “el africano”. Gracias a varias coincidencias más que afortunadas, no sólo descubrió la identidad de “el africano”, sino que también pudo conocer a sus parientes gambianos en sexto grado y devolverle a los afroamericanos el derecho a conocer su propia Historia, cruelmente robada y borrada; aquí debo destacar los continuos choques culturales entre Kunta, musulmán y fiel a sus raíces, y los demás esclavos, cristianos y totalmente aculturados.
Por otra parte, el inmenso éxito de este libro llevó a su adaptación en forma de miniserie (disponible en Youtube, por el momento), que también fue un bombazo en su momento; baste decir que toda una generación de niñas afroamericanas recibieron el nombre de Kizzy (no diré quién es por si no queréis spoilers). Sin embargo, la historia de Kunta y los suyos también ha encontrado escollos en su camino, como la censura y la prohibición durante el apartheid sudafricano y los sabotajes de una estatua de Haley con Kunta por parte del Ku Klux Klan.
(Carátula de la miniserie)
En resumen, tenemos aquí un valioso testimonio histórico, fidelísimamente documentado, de la otra Historia de los EE.UU. A fin de cuentas, el país no sólo se levantó con la firma de documentos, luchas de indios y vaqueros y fiebres del oro, sino, sobre todo, con la sangre, el sudor y las lágrimas de miles de hombres y mujeres arrancados de sus hogares, despojados de su cultura y forzados a dejarse la piel de sol a sol.
Hasta la próxima página,
La Rebelde de los Libros