martes, 9 de febrero de 2010

No bailéis con la Muerte

La siniestra “frase mágica” que titula esta entrada responde a buenos motivos, y es que, aunque seguro que ya lo sabréis de sobra (aunque hay quien sigue y seguirá haciendo oídos sordos y escudándose en la manida frase “Yo controlo”), coquetear con las drogas es como jugar a la ruleta rusa, y cualquier raya, pastilla, porro, etc. o todo a la vez puede hacer que una noche de juerga sea la última de su vida para una persona.

En definitiva, moralizaciones aparte, mi recomendación se titula Campos de fresas, de Jordi Serra i Fabra. Escrita en 1997 y aún muy leída y recomendada, relata la historia de la joven Luciana Salas, que durante una noche de marcha con sus amigos toma una pastilla y entra en coma. Durante las horas siguientes, las vidas de sus seres queridos se convierten en un infierno: sus padres y su hermana permanecen en vela junto a ella mientras su novio Eloy y sus amigos por un lado, y el inspector Vicente Espinòs por el otro, salen a la caza del camello, que trata de huir. Por otro lado, a la vez que el periodista Mariano Zapata intenta sacar tajada de la historia de Luciana, ésta última, gran jugadora de ajedrez, se enfrenta a la Muerte en el coma en la que podría ser su última partida…

camposdefresas

Éste fue otro de los libros que saqué de la biblioteca el verano pasado, ya que había oído hablar de él hacía tiempo, y no me decepcionó en absoluto, pues su ritmo trepidante engancha al lector desde el primer instante. De hecho, en más de una ocasión pensé que sería muy buena idea adaptar al cine esta novela, pero he descubierto que ya lo hicieron en la pequeña pantalla, y de forma muy desafortunada (cuestión de comprobarlo). Por otro lado, es de  destacar un detalle sobre las portadas (supongo que podéis ver en la de arriba la famosa frase, pero no me refiero a eso): hace tres años se conmemoró el décimo aniversario de la publicación de Campos de fresas, y para celebrar que aún sigue siendo una novela con gran número de lectores y recomendaciones (porque, lamentablemente, las drogas no han dejado de evolucionar y reinventarse con el tiempo), salió a la venta una nueva edición con una segunda portada. Ésta:

camposdefresas2

Si bien la edición que leí presentaba la primera portada, me gusta mucho más la segunda, ya que deja al lector la incertidumbre sobre quién ganará la partida: ¿Luciana o la Muerte? La portada ofrece ambas posibilidades al lector, y también es una buena forma de decir que las drogas no son un juego, sino algo serio y peligroso.

Volviendo al libro, salvo el periodista Zapata (que no tiene el menor escrúpulo), me han gustado prácticamente todos los personajes, pero especialmente el inspector Espinòs (honesto y trabajador), Eloy (que lo da todo por su novia) y Loreto (la mejor amiga de Luciana, enferma de bulimia). Contando a la propia Luciana (a pesar de que ésta sólo intervenga de vez en cuando), los considero los mejores de la novela.

Para terminar, tan sólo me queda recomendarle esta novela especialmente a los que empiezan la adolescencia (creo que debería ser lectura obligada en los colegios) y a los que suelen salir de marcha por las noches, para que vean que lo que le pasa a Luciana también les puede pasar a ellos, que nadie está libre de nada. Y si queréis saber el origen de la “frase mágica” de la novela y de la propia novela, echadles un vistazo a las dos escalofriantes anécdotas relatadas al final por el propio Serra i Fabra.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

1 comentario:

Unknown dijo...

Hombre... no sé yo qué decirte.

No voy a defender las drogas, pero a mí me parece que la novela usa las drogas con una excusa para crear la situación deseada, y por no echarse problemas pues ha recurrido a una visión muy políticamente correcta del tema.

Además, lo de que debería ser lectura obligatoria... no sé yo. A estas alturas, todo el mundo sabe en lo que se mete cuando prueba las drogas.

Y la partida con la muerte... la jugamos todos.

En fin, que me han entrado ganas de leerlo porque me has hablado mucho de él y, sin embargo, al igual que en esta crítica no has hablado del libro en sí sino que más bien te has dedicado a hacer una exposición sobre la opinión personal que tienes del tema, supongo que por la emoción que te causa, no sé.

¡Cada cuál tiene sus manías!

En fin, a ver si un día lo pillo.

P.D: Qué cosa más larga... ah, tengo preparada una actualización sobre drogas así que si un día te animas a pasarte, ya sabes.