lunes, 6 de diciembre de 2010

Como siempre, todo queda en familia

Y si no, que se lo digan a los integrantes del clan Inugami (Inugamike no Ichizoku), familia protagonista de la novela homónima de Seishi Yokomizo. Escrita originalmente en 1972, se trata de una de las novelas más conocidas de su autor (tan popular en su tierra que incluso hay un premio literario con su nombre desde 1980) y la primera en publicarse en España. Esperemos ver pronto las siguientes en las librerías de nuestro país…

El anciano millonario Sahei Inugami fallece tras una larga vida, dejando tres pérfidas hijas, nacidas de diferentes mujeres, y nietos ya crecidos. Pero la mayor parte de la fortuna y las reliquias familiares (un hacha, una cítara y un crisantemo en miniatura y de oro) resultan ser para la bella Tamayo Nonomiya, nieta de un sacerdote sintoísta que salvó la vida a Sahei en su juventud; sin embargo, Tamayo debe casarse con uno de los tres nietos varones de su protector.

La avaricia desmedida y las envidias devendrán en una serie de macabros asesinatos que sólo Kosuke Kindaichi, un detective de apariencia desastrada pero de gran inteligencia, podrá resolver…

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Supe de la existencia de esta novela gracias a que Violeta la recomendó en su propio blog, y me quedé fascinada cuando leí el argumento. Pocos meses después, me di de bruces con un ejemplar en la papelería donde suelo imprimir mis trabajos, y no pude resistir la tentación. No me defraudó lo más mínimo: la trama y el estilo de Seishi Yokomizo me atraparon desde el primer momento. Desde el principio me vinieron a la mente los libros de Agatha Christie, con ese brillante Hercules Poirot que resuelve los casos con su gran capacidad de deducción. Aunque, la verdad sea dicha, una ve a Kindaichi tartamudeando y rascándose la cabeza como loco (hábitos que empeoran cuando se pone nervioso) y lo último que se le ocurre es que sea detective.

Ya he mencionado que Seishi Yokomizo es un autor muy influyente en Japón, pero debo añadir además que muchas de sus novelas han traspasado el papel y llegado a la gran pantalla. En el caso de El clan Inugami, ha sido llevada al cine en dos ocasiones por el mismo realizador (Kon Ichikawa), una en 1976 y otra en 2006. Este verano vi esta última adaptación en versión original con subtítulos en inglés. Abajo, un cartel de la película.

inugami

Pero las obras de Yokomizo no sólo han despertado la inspiración en el género cinematográfico, sino también en el manga, ya que Hajime, el protagonista de Kindaichi Shounen no Jikenbo, es un nieto de Kousuke Kindaichi (abajo, la portada original del primer volumen), aunque sin el permiso de los descendientes de Yokomizo.

ksnj 

Pues bien, queridos Rebeldes, si os apasionan la cultura japonesa, las novelas policíacas, la intriga, el misterio y los asesinatos (ficticios, espero) sangrientos a más no poder, no me cabe la menor duda de que El clan Inugami os dejará más que satisfechos. En cuanto a las otras novelas de Yokomizo (77 en total), con títulos tan jugosos como Los asesinatos Honjin, La isla Gokumon o El pueblo Yatsuhaka, nos queda bien sentarnos y esperar a que alguna editorial se decida a publicarlas en español, bien buscarnos una versión en inglés o en japonés para traducirla (pero traducirla y revisarla bien) nosotros mismos. ¿Quién se anima?

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 23 de noviembre de 2010

En los libros las cosas quedan explicadas; en la vida no

Este título forma parte de una cita del libro El loro de Flaubert, de Julian Barnes. De hecho, la cita completa es así:

Los libros dicen: “Ella hizo esto porque…”. Pero la vida sólo dice: “Ella hizo esto”.

En los libros las cosas quedan explicadas; en la vida no.

Pero no es éste el libro que hoy trato, sino la antología de relatos cortos La terapia del son (2007), ópera prima del sevillano Luis Miguel Rufino, compuesta de historias escritas entre 2004 y 2005. Este libro llegó a mis manos como regalo de cumpleaños de parte de Nobody-chan, quien lo había leído antes, y a quien le doy las gracias.

El libro comienza con un prólogo a cargo del escritor Fernando Iwasaki, quien alaba de forma muy literaria el estilo de Luis Miguel Rufino; al ser éste economista, Iwasaki opina que los de su profesión llevan el título en la ficción, pues trabajan con datos incorpóreos e impredecibles, que provocan situaciones tan inverosímiles como las historias que escribe (“baja la bolsa en Nueva York y a uno de Triana le suben la hipoteca”); asimismo, define a Rufino como “economista de profesión y escritor de vocación y viceversa”.

terapia

Si he hecho otras recomendaciones antes que este libro, fue porque quise releérmelo de nuevo y tener más frescas las historias que en él se tratan. Y considero que ha sido una buena decisión, porque el material que encontramos en La terapia del son es verdaderamente heterogéneo y merece ser leído detenidamente.

Algunas historias son dolorosamente realistas, como Mis hombres de azul añil o La vida son flores, mientras que otras tienen tintes algo más fantasiosos, como La sirena del Estrecho. Unas son bastante optimistas, como la que da nombre a la antología (y que también se titula El taxista de la Habana) y Su conferencia con Madrid (me habría encantado haber sido testigo de aquella escena); otras, en cambio, resultan impactantemente tristes, como Mi amor que ya no duerme o El hombre que se defendía tocando las maracas (esta última se convirtió posteriormente en una novela corta; a ver si doy con ella, porque el principio es muy prometedor). Sin embargo, haciendo honor a la cita que acompaña al libro, todos los relatos poseen un halo de apertura, de incompletitud, porque pretenden mostrar que, como con la propia vida, siempre queda algo sin explicar, siempre queda alguna duda sobre lo pasado, lo futuro y tantas otras cosas.

Considero, finalmente, que los lectores especialmente aficionados a los relatos cortos encontrarán en La terapia del son una lectura muy especial, cargada de estilos tan distintos como los relatos que aparecen en esta antología. No me cabe duda de que la disfrutarán.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 27 de octubre de 2010

Aullando a la luna entre las montañas

Eso es lo que a una le apetece hacer después de leer El beso de una fiera (1996), de Alfredo Gómez Cerdá. Llevaba tiempo detrás de este libro, hasta que por fin me lo prestó una compañera. Había tenido la oportunidad de leérmelo años atrás (allá por el lejano 2002) en el colegio, ya que el autor iba a venir a visitarnos y a firmar ejemplares, pero los de mi clase fuimos los únicos “primos” que asistimos al evento sin libros. ¿Y por qué? Porque a nuestra profesora “se le olvidó decírnoslo”. Y ya os podéis imaginar el cuadro: los demás, con rostros sonrientes, consiguiendo dedicatorias y mientras tanto nosotros de brazos cruzados y con una cara hasta el suelo. Si queréis testigos de aquella inestimable escena, preguntádselo a mi querida amiga Nobody-chan; estuvo allí a mi lado, y ambas aguantamos aquella situación.

En fin, malos recuerdos aparte, el libro cuenta la historia de Andrés, un adolescente madrileño que deja a sus indolentes padres y se marcha a los Picos de Europa a buscar a su tío, un escritor obsesionado con los lobos, al que nunca ha visto. En León conoce a Estela, una bella y enigmática joven de la que se enamora perdidamente, pero ella oculta un secreto increíble…

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Existen dos versiones ligeramente diferentes de esta portada. En la que yo me leí, aparece una enorme luna llena blanca sobre las montañas que la pareja de la portada (perfectamente podemos imaginar que son Andrés y Estela) observa fijamente. Por desgracia, las imágenes que he encontrado de esa portada no están en muy buenas condiciones, de modo que pongo ésta. De todas formas, la portada me gusta mucho; refleja bien la esencia del libro.

En cuanto a los personajes, puedo decir con absoluta certeza que Andrés se ha ganado mi admiración. Me encantan su sensibilidad y su carácter, que le llevan a emprender este viaje porque en su hogar no tiene nada por lo que sentir apego (sus padres van de colegas súper-modernos, cosa que él detesta, y su vida social tampoco es precisamente satisfactoria), y desea conseguir algo que le haga sentirse lleno y feliz, algo por lo que merezca la pena vivir la vida. Por este motivo, no duda en embarcarse en esta búsqueda; ya no sólo de su tío, sino también de ese “algo” que necesita. Porque seamos sinceros: ¿quién no ha sentido esta clase de vacío alguna vez y ha querido irse lejos alguna vez en busca de otra gente con la que encajar y un lugar donde sentirse a gusto? Yo misma reconozco que más de una vez me dan ganas de buscar en el exterior algo que me producía una gran nostalgia pero que no sabía qué era. Y esa sensación todavía vuelve por mi corazón de vez en cuando.

Para terminar, sólo me queda recomendar este libro a los lectores que deseen leer algo especialmente mágico y dulce, pero también que sea intimista. Y considero que estas frescas fechas otoñales, acompañadas de una manta calentita y un sofá cómodo, son estupendas para este libro. Aunque, la verdad sea dicha, yo me lo leí a finales de primavera…

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

sábado, 16 de octubre de 2010

El bien y el mal son las dos caras de la misma moneda

Se puede llegar a esta conclusión después de leer el famosísimo relato de El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde), escrita en 1886 por el escocés Robert Louis Stevenson. Di con esta novela durante la pasada Feria del Libro de Córdoba (dedicada a la novela negra), y no pude resistir la tentación.

Sin duda, muchos conocerán los puntos principales de esta obra, pero es buena idea hacer memoria de todos los detalles: el abogado Gabriel J. Utterson no ve con buenos ojos el enigmático vínculo entre su buen amigo, el amable doctor Henry Jekyll, y el extraño Edward Hyde, un hombre que es cualquier cosa menos una persona recomendable. Sin embargo, cuando Hyde asesine a sangre fría a un político muy respetado y Jekyll comience a mostrarse misteriosamente taciturno, Utterson sospechará que hay gato encerrado…

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Me habría encantado poner algún vídeo de una de las muchas adaptaciones cinematográficas de la novela, pero claro, eso habría supuesto estropear la trama, de modo que os dejo la portada de la edición que leí (la traducción es muy buena, y las escalofriantes ilustraciones no se quedan atrás).

Por otro lado, no es casualidad que esta novela aún suscite interpretaciones y se siga versionando a otros géneros artísticos (incluido el teatro musical); a lo largo de la Historia han surgido diferentes conceptos que engloban la idea de un álter ego igual a uno mismo pero con un corazón cruel y despiadado: el Genio malo (el famoso diablillo contrapuesto al angelito), el doppelgänger, el “gemelo malo”… Todos ellos ocultos en el alma humana y pugnando por salir a la luz. Hyde es uno de ellos, a pesar de haber sido creado artificialmente; además, en su juventud Jekyll cometió actos indignos de los que se arrepiente profundamente (muy presumiblemente una relación homosexual con Utterson) y que intenta reprimir por todos los medios. Jekyll intenta librarse de esa parte de sí mismo que él considera repugnante, pero no le sale nada bien, y paga las consecuencias.

Además, este libro me ha hecho recordar un reportaje que leí hace años en una revista y con el que me sentí extrañamente identificada. En ese reportaje, un psicólogo afirmaba que las personas más bondadosas y que más tratan de reprimir su parte malvada solían sufrir mucho más que los que no siempre se portaban bien, ya que el lado oscuro de los primeros a veces salía de improviso y en forma de pensamientos inconfesables y repulsivos (por ejemplo, un filántropo que se imagina a sí mismo matando a alguien) y muchos temían que esa clase de pensamientos pudieran ser señal de algún trastorno psíquico o que se estuviesen convirtiendo en depravados sin sentimientos ni decencia. Por este motivo, el psicólogo exhortaba a esta gente a reconocer la naturaleza dual del corazón humano, a mantener un equilibrio entre ambos polos y a no angustiarse por ese tipo de pensamientos. A fin de cuentas, una travesura inofensiva de vez en cuando no hace daño.

Así pues, cuando me vino a la mente aquel reportaje, no tardé en comprender que el pobre Henry Jekyll pertenecía a ese grupo y que tuviese tantas ganas de deshacerse de su lado oscuro. Pero naturalmente, teniendo en cuenta su carácter y su esfuerzo por actuar siempre haciendo el bien y conteniendo sus impulsos “malignos”, es natural que Edward Hyde sea tal y como es.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

viernes, 24 de septiembre de 2010

Más vale libertino conocido que seductora por conocer

Con este título me refiero al Vizconde de Valmont y a la Marquesa de Merteuil, figuras cumbre de Las amistades peligrosas (Les Liaisons Dangereuses; 1782), del militar francés Pierre Choderlos de Laclos. Llevaba mucho tiempo deseando leer esta novela, y por fin tuve la oportunidad de hacerlo cuando en una asignatura la profesora nos mandó traducir fragmentos de novelas y poemas franceses. Pedí que me dejase trabajar con este libro, y así conseguí que cayese en mis manos.

Asumiendo el papel de editor, Laclos nos narra en esta novela epistolar los fraudes y tejemanejes de los mencionados nobles, manipuladores y disolutos, si bien ella debe ocultar esta faceta por su condición de mujer. Cuando un ex-amante de la viuda Merteuil vaya a casarse con la joven Cécile Volanges, hija de una prima lejana de la Marquesa, ésta le pedirá a Valmont que seduzca y corrompa a la futura novia mientras finge ayudarla en sus amores con el caballero Danceny. Sin embargo, Valmont tiene entre manos un reto mucho más difícil e interesante: seducir a la virtuosa Presidenta de Tourvel, una dama burguesa felizmente casada y muy religiosa. Cuando ambos retos se unan, el caos y el escándalo estarán servidos…

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Cuando Laclos comenzó a escribir Las amistades peligrosas, comentó que iba a crear una obra que hiciera ruido, que causara conmoción mientras viviera y siguiera haciéndolo después de su muerte. Y lo consiguió con creces: adornada con ilustraciones muy adecuadas, desde su publicación le llovieron las alabanzas, pero también los vituperios por parte de los sectores más conservadores y, naturalmente, la alta nobleza satirizada en la novela. Esta obra se enmarca en la novela libertina del siglo XVIII, en la que los personajes olvidan cualquier sentimiento de piedad religiosa o decoro y recurren a toda clase de artimañas y manipulaciones para lograr sus fines.

Por otro lado, Laclos rompe el molde del modelo femenino de esta corriente literaria (mujeres virtuosas pero corruptibles, como la Presidenta de Tourvel) para crear un modelo de mujer corruptora; es admirable la carta LXXXI, en la que la Marquesa relata al Vizconde su propia adolescencia y sus inicios como amante y seductora. Sin embargo, y pese al carácter un tanto impúdico de la novela, presenta una finalidad claramente moralizante: es necesario tener cuidado con la influencia que posee la gente sobre nosotros, pues hasta la persona que parece más decente y respetable puede ocultar tras su fachada un álter ego maquiavélico y cruel.

La novela ha sido llevada a la gran pantalla en algunas ocasiones con mayor o menor fidelidad al libro, que también ha inspirado un par de series televisivas. Las adaptaciones más conocidas son la película homónima de 1988, Valmont (1989) y Crueles intenciones, de 2003.

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Me he sentido muy tentada de incluir en la entrada el tráiler de la primera de las películas que he citado (es la única que he visto, y no está nada mal), pero prefiero poner el cartel en su lugar para no adelantaros demasiados hechos de la obra (como podéis ver, el reparto no es moco de pavo). De los personajes de la obra, me quedo con el trío protagonista (una noble de alta cuna sin escrúpulos, un seductor con algo de corazón y una dama decente con muy mala suerte), además de la anciana Madame de Rosemonde, la amable y comprensiva tía de Valmont.

Debo añadir como última observación que, por desgracia, hoy casi nunca se recuerda esta novela por su ironía, su sátira social y mucho menos su finalidad moral, sino que sólo se menciona su parte carnal y se habla de ella como una novela erótica, en el mejor de los casos. Así pues, si alguna vez coincidís con este libro, intentad no dejaros llevar por su parte carnal; antes bien tratad de concentraros en las urdimbres de la terrible pareja. Y por supuesto, mucho cuidado con las influencias ajenas…

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

jueves, 16 de septiembre de 2010

Feliz, feliz en tu día…

Sí, queridos Rebeldes, el blog cumple ya dos años. Se me ha pasado un poco la fecha porque he tenido unos días un poco atareados, pero estoy muy orgullosa de ver crecer mi blog y de seguir recomendando todos los libros que caen en mis manos. ¿Recordáis la tarta del año pasado? Pues bien, aquí tenemos otra…

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Qué bonita, ¿verdad? Pues ya podéis serviros un pedazo a mi salud, la vuestra y la del blog. Y si podéis amenizar el momento con algo de lectura, mejor todavía. Eso sí, cuidado con manchar el libro de tarta.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 14 de septiembre de 2010

Me llamo Kvothe. Ésta es mi auténtica historia.

Así se presenta el protagonista de El nombre del viento (The Name of the Wind; 2009), ópera prima de Patrick Rothfuss y primer tomo de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes. Vi este libro recomendado en una revista, y desde que lo miré supe que esta novela olía a dos cosas: a éxito y a buen libro (en la literautra actual, normalmente los dos olores no aparecen juntos, y en los best-sellers, menos).

Kvothe (pronúnciese “Cuóuz”), otrora héroe legendario, vive ahora bajo el nombre falso de Kote y regenta la humilde posada Roca de Guía. Al ser reconocido por el escritor Devan Lochees (denominado “El Cronista” a lo largo de casi toda la obra), que convalece en su posada, Kvothe se verá obligado a contarle su historia durante tres noches. El nombre del viento se corresponde con la primera noche: su feliz infancia, su durísima adolescencia y su primer y turbulento año en la Universidad…

Considero que el mensaje con el que Kvothe se presenta y relata algunos de los hechos de su vida merece conocerse por entero, así que por eso he añadido este vídeo (un “tráiler” realizado por la editorial Mondadori, aunque, la verdad sea dicha, me leí una edición de Círculo) a la entrada en lugar de la portada del libro, como suelo hacer.

Por otro lado, para ser su primera obra, Patrick Rothfuss escribe con verdadera maestría; no en vano empleó ni más ni menos que catorce años para que este libro viera la luz (siete años para escribirlo, y otros siete para pulirlo y publicarlo). Además, él mismo declaró en una entrevista que puso todo su empeño en escribir algo diferente, pues según él muchos autores parecen emplear siempre los mismos recursos como si fuera una receta de cocina. Y en mi opinión, el primer plato de su menú deja muy buen sabor de boca y ganas de probar más: los países, la religión, las costumbres e historias, los poemas y canciones típicos… Rothfuss realmente se ha esforzado por construir un mundo sólido y bien cimentado, con creencias muy interesantes y mitos bien construidos.

El personaje de Kvothe me encanta en todos los aspectos, y especialmente por su ansia de saber, su tremenda fuerza para salir adelante pese a los miles de obstáculos (de tipo humano, en su mayoría), su habilidad y creatividad como músico y su ironía (lo que me habré reído con las pullas que le lanza a Ambrose). De los personajes secundarios, considero a la lunática Auri una chica tan dulce como enigmática; creo que aún nos guarda alguna sorpresa más (y de momento es la única chica en la que no se ha fijado Kvothe). Y de los villanos, encuentro a los Chandrian sumamente fascinantes; me muero de ganas de conocer más datos sobre ellos, empezando, por supuesto, por saber qué son exactamente.

Así pues, es fácil darse cuenta de las tremendas ganas que tengo de leer el siguiente tomo de esta trilogía; se sabe que se titulará The Wise Man’s Fear (El temor del sabio) y se espera que se publique en marzo del próximo año. Por supuesto, esperemos que esta fecha hipotética sea más o menos correcta y que no emplee otros catorce años en contarnos las aventuras y desventuras de Kvothe y los demás.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

lunes, 23 de agosto de 2010

Especial Verano 2010 (V): Manolito Gafotas

¡Hola a todos! Para no perder la costumbre con el Especial Verano 2010, hoy os recomiendo ni más ni menos que una saga entera de libros: los siete desternillantes tomos protagonizados por Manolito Gafotas, personaje creado por la gaditana Elvira Lindo. Curiosamente, Manolito no nació en los libros, sino en la radio, donde su propia autora le prestaba voz. Y de ahí al papel sólo había un paso.

Toda la saga de Manolito está narrada en primera persona, ya que el protagonista tiene mucho que contar de su vida en el barrio de Carabanchel (Alto) y de la gente que le rodea.

El primer libro, Manolito Gafotas (1994), nos presenta al personaje, a sus amigos (el Orejones López, Susana Bragas-Sucias y demás) y a su familia: sus padres (Manolo, camionero; Catalina, ama de casa), su adorado abuelo Nicolás y su hermano “El Imbécil” (siempre lo llama así porque nunca recuerda su nombre; no es ningún insulto); además de relatarnos algunas anécdotas sobre su vida y el poco caso que le hacen.

En Pobre Manolito (1995), somos testigos de cómo a este pequeño charlatán se le fastidian las vacaciones de verano por un doloroso suspenso en Mates y, entre otras cosas, de los peligros de colaborar con los amigos en un robo…

¡Cómo molo! (Otra de Manolito Gafotas) es de 1996. Manolito está de vacaciones, pero no le resultarán del todo tranquilas debido a un grave percance en la piscina del barrio. Por si fuera poco, el Imbécil irá al colegio en septiembre, y Manolito tendrá que hacer de mediador entre él y su guapa profesora…

Los trapos sucios de Manolito Gafotas (1997) es el cuarto tomo de la saga, en el que la niña nueva de la clase, Melody Martínez, se enamorará de Manolito hasta el punto de defenderlo de Yihad, el matón de la clase. Y cuando llegue la Navidad a Carabanchel, a Manolito le esperarán momentos muy divertidos, pero también alguno muy humillante y un tremendo susto…

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En Manolito on the Road (1998), al ver que Catalina no puede con los niños, la casa y el abuelo a la vez, el padre de nuestro protagonista se lo llevará en el camión. Padre e hijo vivirán muy buenos momentos en la carretera, pero también se llevarán algún mal trago por el camino…

Yo y el Imbécil (1999) narra cómo Manolito y su hermano se las tienen que apañar cuando al abuelo Nicolás lo llevan a operar de la próstata. Con el abuelo en el hospital y mamá haciéndole compañía, los dos niños quedarán a cargo de su vecina la Luisa, a la que le darán más de un quebradero de cabeza…

Manolito tiene un secreto (2002) es el tomo más corto de la saga. El colegio Diego Velázquez, al que van Manolito, sus amigos y el Imbécil, prepara una gran actuación navideña ante la próxima visita del alcalde. Por otro lado, Manolito descubre en casa un secreto que tendrá una gran importancia…

Este último libro tiene un final muy prometedor por el secreto al que se refiere; de hecho, la autora declaró que en el próximo libro tendría mucho más protagonismo el Imbécil que Manolito, pero ya estamos en 2010 y no hay rastro de ese futuro libro (todo lo más, un volumen titulado Todo Manolito que contiene los siete libros juntos). De todas formas, sé perfectamente que esta saga arrancará carcajadas con cada frase de Manolito y sonrisas con los omnipresentes dibujos de Emilio Urberuaga (ilustrador de todos los libros en todas sus ediciones y buen amigo de Elvira Lindo).

Los libros han sido llevados a la gran pantalla en dos ocasiones (1999 y 2001) y a la pequeña pantalla en forma de serie (2004) en la que repiten papel algunos de los actores de la primera película. La primera película, homónima del primer tomo, se inspira en el quinto libro, aunque también incluye detalles de los tomos anteriores, especialmente el segundo. En cuanto a la segunda, Manolito Gafotas: ¡Mola ser jefe!, se inspira en el tercer y el cuarto tomos. Personalmente, considero que la primera película es la más fiel a la obra tanto en la ambientación como en los personajes (físico y personalidad). Respecto a la serie, que entremezcla historias de todos los libros, plasma muy bien la saga, aunque sólo tuvo una temporada y no muy buenas críticas en televisión.

Es fácil darse cuenta de que me es imposible elegir un tomo favorito, porque todos tienen anécdotas hilarantes (y también alguna tristona) de la vida de Manolito y los líos en que se mete. Con los personajes lo tengo más claro: aparte de (evidentemente) Manolito, el Imbécil (con su chupete y hablando de sí mismo como “El nene”), el abuelo Nicolás (tan bondadoso y paciente), Catalina (que tiene muy mal carácter pero que es una pobre mujer, al fin y al cabo) y la Sita Asunción (profesora de Manolito; siempre llama “delincuentes” a sus alumnos, pero los adora).

Después de la entrada más larga hasta ahora en lo que va de blog, creo que va siendo hora de ir a buscar estos libros con los que podréis pasar (aunque las vacaciones vayan terminando) unas divertidas tardes de verano (se leen rapidísimo) conociendo los avatares de Manuel García Moreno. Pero no preguntéis por él por su nombre completo, que nadie lo conoce así por su barrio.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

domingo, 15 de agosto de 2010

Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas…

…o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.

Estos versos pertenecen a un poema titulado Kabul, escrito en el siglo XVII por el poeta persa Saib-e-Tabrizi, e inspiraron a Khaled Hosseini el título de Mil soles espléndidos (A Thousand Splendid Suns), su segunda novela, escrita en 2007. Esta segunda obra no sólo tuvo una recepción magnífica, sino que superó con creces el éxito fulgurante de Cometas en el cielo.

Esta vez, Hosseini nos trae una historia de dos mujeres. Por un lado, tenemos a Mariam, hija ilegítima de Yalil, un rico empresario de Herat. Sueña con ser aceptada por su padre, pero éste la obliga a casarse a los quince años con Rashid, un zapatero kabulí treinta años mayor que ella que al principio se mostrará amable con Mariam pero después la maltratará cruelmente.

Por otro lado, casi treinta años después, tenemos a Laila, una joven de catorce años que pierde a sus padres y que se convertirá en la segunda esposa de Rashid. La hostilidad que surge al principio entre ambas mujeres pronto se convertirá en una fortísima amistad, casi un vínculo materno-filial, que las ayudará a enfrentarse a la adversidad tanto fuera como dentro de casa…

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En esta novela, Hosseini no pierde ni pizca del estilo (las palabras y expresiones en farsi siguen ahí) y de la temática que lo catapultaron a la fama. Y ello se agradece sinceramente, pues Mil soles espléndidos es una obra tan desgarradora por las crueldades que retrata como conmovedora por las bondades que en ella se describen. A lo largo de los gobiernos que se suceden en la novela (monarquía, república, ocupación soviética, enfrentamiento con los muyahidines y alzamiento talibán), el lector puede disfrutar de un abanico de personajes amplísimo; entre mis favoritos, aparte de (por supuesto) Mariam y Laila, incluyo a Tariq, Hakim, Aziza y el señor Yamal.

No me cabe la menor duda de que Mil soles espléndidos no defraudará a los fans de Hosseini, aunque las dos novelas del autor pecan de ser (si hay que buscárseles algún defecto) un poco previsibles. Sin embargo, una vez más debo decir Tashakor, Hosseini sahib.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

lunes, 9 de agosto de 2010

Especial Verano 2010 (IV): Dilaf

¡Saludos, queridos Rebeldes! Para continuar con esta sección de mi blog, hoy voy a recomendar no uno, sino dos libros: Dilaf el sabio y Dilaf y la princesa, ambos escritos en 1998 por César Vidal. El primer libro pertenecía a una de esas listas de libros para leer durante el verano, mientras que el segundo lo encontré por casualidad y le pedí a mi madre que me lo comprara (no conservo ninguno de los dos, ya que los doné a la biblioteca). Ambas historias transcurren en un mundo fantástico, y ambas están narradas por el protagonista, Zámar de Undría, en su vejez.

Dilaf el Sabio comienza cuando los padres del pequeño Zámar, que tiene once años, son asesinados. Un criado logra salvar al niño y llevarlo a casa del sabio Dilaf, que lo cuidará y educará con la ayuda de su sirviente, Ishdor…

dilafelsabio

Dilaf y la princesa tiene lugar unos cinco años después del final del primer libro. Zámar, ya adolescente, se reencuentra con Ishdor, quien le transmite un mensaje de Dilaf: necesita su ayuda para escoltar a la princesa Sagura hasta el reino de Rolondia…

dilafylaprincesa

Personalmente, me habría gustado que las aventuras de Zámar y Dilaf hubiesen continuado un poco más (no sólo hay únicamente dos libros, sino que además son muy cortos), pero me siento satisfecha con lo que he leído. El mundo inventado por el autor es muy interesante y está plagado de pueblos, criaturas y expresiones muy curiosas, como “irse con la Luz”, que equivale a morir (al final del primer libro viene un glosario con toda la información al respecto; no recuerdo si en el segundo también había otro glosario). En cuanto al trío protagonista, mi personaje favorito es Ishdor, simpático, despistado y muy supersticioso.

En definitiva, si os apetece leer algo de novela fantástica que se pueda leer muy rápido, estos dos libros serán de vuestro agrado.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 4 de agosto de 2010

El veneno es la reina

He aquí la “frase mágica” de una de las mejores novelas de la literatura británica: Yo, Claudio (I, Claudius) del mitólogo y catedrático de Oxford Robert Graves. Escrita en 1934, bebe de las fuentes de Tácito, Plutarco y especialmente de Suetonio. De hecho, se cuenta que después de que Graves leyese la biografía de Claudio escrita por este último, el emperador se le apareció en sueños exigiendo que se narrase su verdadera historia (precisamente Claudio fue un gran historiador), y Graves hizo este libro y su continuación, en los que se describe a este emperador (cojo, tartamudo y con demasiado gusto por el vino) con comprensión y simpatía.
 
La obra, que abarca desde el gobierno de Augusto, antes del nacimiento del propio Claudio, hasta la coronación involuntaria de éste, está escrita en primera persona y salpicada de tristeza y amarga ironía que, sin embargo, es capaz de provocar más de una sonrisa en el lector. Sin ir más lejos (reconozco que no puedo resistir la tentación), he aquí la primera frase:
 
Yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico esto-y-aquello-y-lo-de-más-allá […], conocido de mis parientes, amigos y colaboradores como “Claudio el Idiota”, o “Ese Claudio”, o “Claudio el Tartamudo”, o “Clau-Clau-Claudio”, o, cuando mucho, como “El pobre tío Claudio”, voy a escribir ahora esta extraña historia de mi vida.
 
(Traducción de Floreal Mazía. Alianza Editorial, 1979)
 
yoclaudio
 
Supongo que no es difícil darse cuenta de que me siento muy orgullosa de recomendar esta novela; ya no sólo por su calidad y su rigor histórico, sino por su fama y la buena consideración que aún recibe del público. Esta novela (junto con su segunda parte, que intentaré buscar en cuanto pueda) tuvo una excelente acogida desde el principio, si bien posteriormente Graves lamentó haber escrito los dos libros, pues su popularidad eclipsó sus otras obras y trabajos. Y en ese sentido, la fabulosa miniserie de trece capítulos (adapta ambas novelas; justamente acabé de verla anoche), realizada en 1976 y ganadora de numerosos premios (incluido un Emmy), no ayudó mucho.
 
iclaudius
 
Una de las cosas buenas de que Yo, Claudio sea una autobiografía es que permite conocer a los personajes y sus virtudes, manías y defectos muy de cerca (por ejemplo, la coletilla de Augusto “En menos que se chupa un espárrago”). Claudio, que sobrevivirá en la corte haciéndose el tonto y exagerando sus defectos, retrata maravillosamente a su familia y las intrigas imperiales, especialmente las de su cruel abuela, Livia. De los buenos, mis favoritos son el propio Claudio pese a sus muchos defectos, Germánico, Póstumo, Atenodoro, Augusto y Julia (pese a su promiscuidad). Con los villanos no hay término medio, o se adoran pese a sus maldades y perversiones (Livia, Calígula) o se odian justamente por ellas (Livila, Tiberio, Sejano, Mesalina, Agripina la Menor, Nerón; incluyo estos tres últimos tras verlos en la serie).
 
Estoy convencida de que los aficionados de la cultura romana, de la Historia y de la buena literatura en general se sentirán más que complacidos con esta obra (la única pega que tiene es que hay que consultar el árbol genealógico de la familia cada dos por tres). En cuanto a mí, trataré de buscarme la segunda parte “en menos que se chupa un espárrago”: Claudio, el dios, y su esposa Mesalina. Y sí, la expresión de Augusto se me ha pegado.
 
Hasta la próxima página,
 
La Rebelde de los Libros

sábado, 31 de julio de 2010

Especial Verano 2010 (III): Alas de mosca para Ángel

Este tercer libro del “Especial Verano 2010” también fue (para no romper con la costumbre) una lectura obligatoria del colegio; en este caso, pertenecía a una lista de libros para leer durante el verano (trataré de colgar entradas sobre algunos de esos libros).

En fin, Alas de mosca para Ángel (1998) es obra de la gallega Fina Casalderrey y cuenta la historia de Estrella Canedo, una niña que llega al colegio Rosalía de Castro para repetir curso. Sus nuevos compañeros de sexto de Primaria no sólo la reciben con desconfianza, sino que le gastarán toda clase de bromas al saber que es tremendamente crédula e inocente, pero el gran corazón de Estrella no tardará en ganarse el cariño de todos…

alasdemosca

Como ya comentaba al principio, Alas de mosca para Ángel supuso para mí una lectura muy especial, ya que a pesar de ser un libro para niños de diez o doce años, nunca me había encontrado con una forma tan dulce e inocente de tratar temas muy adultos (el secuestro de un empresario, acto que traerá consecuencias inesperadas para Estrella y sus compañeros).

Respecto a los personajes, no soy capaz de elegir uno favorito, aunque uno que se gana especialmente mi simpatía es don Carlos, el profesor de la clase, estricto pero también muy comprensivo (según los niños, muchas veces parece un brujo porque les lee los pensamientos); la pandilla de amigos de Estrella también tienen sus buenos puntos.

Pues bien, si consideráis que aún hay algo de ternura en este mundo y que la bondad puede obrar milagros y vencer a la violencia, este libro, que rezuma una blancura e inocencia sorprendentes por los cuatro costados, es para vosotros.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

jueves, 22 de julio de 2010

Esclavo que baila es libre… mientras baila

Ésta puede considerarse la “frase mágica” principal de La isla bajo el mar (2009) de Isabel Allende, ya que a este libro no le faltan frases de este estilo. Vi este libro en Círculo de Lectores el verano pasado y no vacilé en pedirlo, ya que el período histórico tratado en la novela me atrae mucho: la emancipación de los  esclavos negros en las colonias.

La trama comienza en la antigua colonia francesa de Saint-Domingue (la actual Haití). Zarité, llamada “Teté” por sus patrones (y nombrada así la mayor parte de las veces), es una esclava mulata con creencias vudú vendida al hacendado francés Toulouse Valmorain, al que le dará dos hijos. Cuando estalla la violenta revolución de los esclavos, capitaneada por Toussaint, Zarité huye con Valmorain a Nueva Orleáns junto a otros terratenientes, pero sus penurias no acabarán ahí…

laislabajoelmar

Quienes hayan leído a Isabel Allende antes de enfrentarse a este libro (en mi caso, sólo La casa de los espíritus) comprobarán enseguida que la autora se mantiene bastante fiel a su estilo. La obra está impregnada de las creencias y la magia del vudú (que también puede ser benéfica; no sólo va de pinchar muñecos y crear zombis) y de sus divinidades (si bien las únicas mencionadas en la obra son Erzuli y Papa Bondye; hay algunas más), sin apartarse de la Historia y de sus hechos.

La novela presenta una estructura en la que pueden verse dos tipos de capítulos: los que siguen la trama, narrados de forma omnisciente, y otro grupo de capítulos muy breves titulados “Zarité”, situados cada cierto número de capítulos del primer tipo, narrados de forma retrospectiva por la propia protagonista y que concluyen siempre con frases como “Así era”, “Así hizo”, etc. Respecto al amplísimo abanico de personajes, a cuál más interesante, mis favoritos han sido, aparte de la propia Zarité, la sabia Tante Rose, las simpáticas Violette y Loula y el bueno del doctor Parmentier.

Para terminar, si hay que destacar algún defecto de esta obra, se trata de que la trama se desarrolla muy despacio y que el final deja con bastantes ganas de más y un par de cabos sueltos, pero de todas formas considero que La isla bajo el mar es el libro perfecto para quienes deseen tener entre manos una lectura de tintes muy exóticos y, de paso, conocer un poco más de la historia del Caribe y el sur de Estados Unidos.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

jueves, 15 de julio de 2010

Especial Verano 2010 (II): Don Caracol Detective

Hola de nuevo, queridos Rebeldes. Aquí os traigo la segunda recomendación veraniega de mis libros infantiles favoritos: Don Caracol Detective (1991), del cordobés José Francisco Viso. Al igual que con Mumú, también fue un libro de lectura de Primaria con cuadernillo de trabajo, y aún hoy conservo el libro, forrado con plástico y con la etiqueta con mi nombre.

La trama tiene lugar en torno a una charca en un bosque (que muy bien puede situarse en nuestro país). Los animales han estado llenando sus despensas para pasar el invierno, pero un extraño ladrón los ha desvalijado y dejado sin nada que comer. Don Caracol-Col, junto con la lombriz Eustaquio, deberá desentrañar el enigma y descubrir al culpable lo antes posible…

doncaracol

He aquí otro libro más que conservo con gran cariño y cuidado, pese a los muchos años transcurridos. No sólo tiene humor y aventura, sino también una buena carga de ironía y de crítica; cualquier niño se sonreirá al contemplar en las ilustraciones a los animales del bosque totalmente humanizados (un verdadero patio de vecinos a cual más ruidoso) y vestidos con ropa, y en especial al dúo protagonista: el primero, con lupa, pipa y cachimba cual Sherlock Holmes en versión gasterópoda; el segundo, un anélido ciego y sin complejos, con sombrero, bufanda y gabardina sin mangas.

En fin, sólo me queda desearos, queridos Rebeldes, que lo paséis tan bien con este libro como yo lo hice en su momento, pues no sólo es una lectura amena, sino también una divertida forma de dar a conocer a los más pequeños a algunas de las criaturas más curiosas de nuestra fauna.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

sábado, 3 de julio de 2010

Viajando de un Oriente al otro

Queridos Rebeldes, es para mí un gran placer recomendar este nuevo libro; no sólo por la trama en sí, que me resultó bastante placentera, sino también por ser un regalo de cumpleaños de una muy buena amiga mía (aunque de eso hace un año): Al-Gazal, el viajero de los dos Orientes (2000), del catedrático ubetense Jesús Maeso de la Torre, siendo ésta su primera novela (en 1976 escribió un poemario titulado Pisadas de sueños).

La novela se ambienta en su mayor parte en la espléndida Córdoba califal del siglo IX, pero la trama, narrada de forma retrospectiva, comienza en Bagdad. Yahía ben al-Hakam,  conocido por sus coetáneos como Al-Gazal (“La gacela”) por su gran apostura, vive desterrado en Bagdad. La carta de un viejo amigo le traerá a la mente multitud de recuerdos, tanto alegres como amargos, de su vida en su Córdoba natal y de sus largos viajes como embajador a lugares tan recónditos como Constantinopla o Escandinavia…

algazal

He disfrutado mucho esta novela por tres motivos: en primer lugar, por tratar una de las épocas históricas que más me gustan; en segundo lugar,  por conocer a un personaje tan singular como es su protagonista; y en tercer lugar, por el cariño que tengo a Córdoba, la ciudad en la que estudio. Sin embargo, debo añadir un par de consideraciones negativas. Primero, se nota que el autor conoce muy bien su tema de estudio y no tan bien otros temas (especialmente la mitología nórdica, que no es precisamente su fuerte). Segundo, en la edición que he leído he encontrado unas faltas de ortografía absolutamente escalofriantes  (“cáscara” sin acento, “heroico” con acento y más) y algunas faltas ortotipográficas (como poner una coma entre sujeto y predicado, tan de moda últimamente).

Por lo demás, el abanico de personajes, tanto reales (entre ellos el famoso músico Ziryab, de prodigiosa voz) como ficticios, es amplísimo. Mis favoritos han sido el propio Al-Gazal (aunque va de cama en cama que da gusto), la amable Shifa y el leal Masrur. Me hubiese gustado que el autor hubiese profundizado un poco más en la relación entre este último y Sanae, aunque comprendo que eso habría supuesto desviarse demasiado de la trama.

En definitiva, a pesar de todo, ésta es una muy buena novela para conocer ya no sólo nuestro pasado islámico con sus luces y sus sombras, sino también a un hombre culto, polifacético e inteligente, el viajero más grande que haya habido en España.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

lunes, 28 de junio de 2010

Especial Verano 2010 (I): Mumú

Lo prometido es deuda, queridos Rebeldes. He aquí la primera obra que figurará en esta tanda especial: Mumú (1990), de la cubana Hilda Perera. Este libro llegó a mi vida cuando tenía unos seis años, ya que nos mandaron leérnoslo en clase (ya sabéis, el famoso libro de lectura con cuadernillo incluido para que mejorase nuestra comprensión lectora), y desde entonces sigue aquí, en mi vida y en mi corazón.

Mumú cuenta la historia de una cría de elefante, desde su nacimiento hasta la madurez. Destinado a convertirse en el jefe de su manada, Mumú deberá pasar por un aprendizaje largo y complicado en la bella y peligrosa sabana africana, pero los depredadores de la sabana no supondrán ni mucho menos el mayor de los peligros…

mumu

Recomiendo firmemente esta novela a cualquier niño a partir de la edad en la que di con ella. Describe bastante bien la vida de los elefantes, si bien la autora se toma algunas libertades (como el hecho de que la manada esté gobernada por un macho dominante y no por la hembra más anciana o el hecho de situar un tigre en África). Pero bueno, Mumú es una novela estupenda para infundir en los más pequeños el amor por la naturaleza y la admiración por esos inteligentísimos animales que son los elefantes.

Finalmente, debo contar una anécdota sobre la portada del libro: cuando nos mandaron leérnoslo, mi madre me compró un ejemplar con una portada distinta (con tapas duras azules y una sobrecubierta con una de las ilustraciones interiores del libro a todo color; las demás son en negro y amarillo). Pues bien, primero yo no quería aquel libro porque era distinto a los otros, y luego mis compañeros se negaban a admitir que mi libro era el mismo que los suyos hasta que les demostraba que el texto era idéntico (y claro, después mi libro les encantaba porque era el más bonito). Ahora quiero muchísimo ese libro, y desde ese momento aprendí una valiosa, aunque muy conocida, lección: no hay que juzgar un libro por su portada.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 23 de junio de 2010

¡Especial Verano 2010!

Queridos Rebeldes:

Escribo esta entrada para anunciar que este verano voy a publicar, junto con las recomendaciones pendientes en la sección “Futuras Recomendaciones”, una tanda especial de entradas dedicadas a literatura infantil y juvenil. Estas entradas especiales tratan, mayoritariamente, los libros que leí en mi infancia y aún conservo con gran cariño (algunos de ellos incluso firmados por sus autores).

Considero que es necesario inspirar el amor a la lectura a edad muy temprana, pues los libros aportan conocimientos, nuevas formas de ver la vida y valores humanos (además de enseñarles los rudimentos mínimos de la gramática y la ortografía), y en cuanto a los lectores ya crecidos, espero que las recomendaciones literarias sean de su agrado y hagan que se unan (o no se desunan del todo) a la Rebeldía.

Procuraré publicar las entradas con la mayor frecuencia posible, ya que voy a tener bastantes compromisos durante el verano.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 22 de junio de 2010

Cuerpo de hombre, voz de mujer

Me imagino que no es difícil adivinar a quiénes me refiero con el título de la entrada. Y si alguno ha pensado en los castrati (plural de castrato), lo felicito por su perspicacia, ya que justamente ése es el tema de mi primera recomendación de las vacaciones: Canto castrato (1984), de César Aira. Me compré este libro el verano pasado, pues muchos años atrás había leído una crítica muy buena de él en Círculo de Lectores (aunque, francamente, me sorprendió que el libro fuese tan antiguo).

Supongo que la existencia del castrato es algo de cultura general, pero por si hubiese alguien que no recuerda o no sabe quiénes eran los castrati, aquí viene una definición: un castrato era un cantante de ópera al que se le extirpaban los testículos antes de la pubertad para que no se le cambiase la voz e interpretase papeles femeninos (aún estaba mal vista la participación de verdaderas mujeres en el escenario). Algunos llegaron a ser muy famosos, como por ejemplo Carlo Broschi, bien conocido como “Farinelli”.

Pues bien, Canto castrato nos traslada a la Europa del siglo XVIII, período de la Ilustración, los despotismos ilustrados y el espionaje en mensajes cifrados en las arias operísticas. El Micchino es un castrato de voz prodigiosa que tuvo su momento de gloria, pero se ha retirado de los escenarios y ahora convive con su curiosa y extravagante troupe: el jorobado Pierre, la anciana y excéntrica modista Hildeeve, dos castrati aprendices y otros. Un día, un viejo amigo del Micchino, herr Augustus Klette, vuelve a su vida para pedirle que vuelva al mundo de la ópera. Pero antes el Micchino deberá salvar a Amanda, hija de Klette, de las garras de su pérfido marido…

cantocastrato

Muchos coinciden en que esta novela supone un descanso en medio de tanta mediocridad, pues está desprovista de tópicos y vulgaridades. Por mi parte, les doy la razón por completo. La narración es a veces un poco recargada (no olvidemos que los estilos artísticos de la época eran el Rococó, principalmente, y el Neoclasicismo), pero su estilo es pura poesía, etéreo y transportador como la propia música, y los personajes parecen sacados del género operístico (y por este motivo no soy capaz de quedarme con uno favorito; todos tienen algo que los hace especiales).

En definitiva, Canto castrato es una novela no sólo bien documentada (cosa que valoro mucho), sino que envuelve al lector y lo traslada hasta el período dieciochesco. Así que ni que decir tiene que no hay mejor forma de saborear esta novela que con una buena sesión operística.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 2 de junio de 2010

Cupido tienta con miel y envenena con hiel

Ésa es la conclusión podría sacarse de la lectura de la antología El amor o algo así. Seis relatos en torno al primer amor (2000). Este libro, que conseguí como regalo junto con un pedido de Círculo de Lectores (creo que fue porque mi madre llevaba bastantes años como socia), es una pequeña colección de relatos cortos escritos por autores actuales bastante conocidos en España. Como indica el nombre de la obra, tratan el tema de ese primer amor inolvidable y agridulce que llega con una gran dulzura y se marcha dejando una gran amargura en el corazón.

El panamá es un sombrero (Care Santos) trata la historia de Aina, una chica de diecisiete años que durante un verano con sus padres en la finca familiar recibe la visita de su primo Ferrán, de treinta y cinco años, que llega desde Estados Unidos. Aina queda tan embobada como sus padres ante la riqueza y el encanto de su primo, pero no tarda en descubrir que “lo perfecto siempre es sospechoso”…

Pronóstico reservado (Miguel Mena) cuenta la historia de Carlos, que tiene un accidente de coche con su familia y despierta cuando una chica le hace el boca a boca. Enamorado de esa chica misteriosa, se dedicará a buscarla desesperadamente. Mientras, el excesivo sentido del deber de Inés Casanova, agente de la Guardia Civil, la enfrenta a un proceso por arrestar al hermano del alcalde…

Lolita (Gemma Lienas) es una excelente versión libérrima de la novela de Vladimir Nabokov, ambientada en la Rambla de Barcelona. El pequeño Patapalo, de nueve años de edad, le cuenta a un policía la historia de Lola, la preciosa y tímida niña nueva de su clase. Sin embargo, Patapalo no es el único atraído por la belleza de Lola…

elamoroalgoasi

Los gemelos tristes (Francisco M. Marín) está protagonizada por Mariona, una chica alegre y vivaracha que escribe artículos en el periódico de su instituto. Un día llegan dos guapos chicos nuevos, Rubén y Raúl, y Mariona y su amiga Eva enseguida se enamoran de ellos, pero los gemelos esconden un terrible secreto…

Enlared.com (Ángela Vallvey) es tal vez el más divertido de los seis relatos. Manu Janés tiene diecisiete años y se ha enamorado por Internet de un chico mayor que ella. Pero durante una clase, mientras le enseña la foto del chico a su amiga Lena, ésta le rompe la ilusión: el enamorado de Manu le ha enviado la foto de un actor…

Dos tardes con Beatriz de Sousa (Antón Castro) se desarrolla en Galicia los años setenta. Eduardo Soneira evoca su pandilla de amigos de la adolescencia y entre ellos Beatriz de Sousa, por la que al principio sólo siente aversión por su aspecto desaliñado y su desinhibición, pero sus sentimientos pronto cambiarán a la vez que la conoce poco a poco…

Los autores de estos relatos realmente consiguen lo que pretenden con estos relatos, que es reflejar esa alegría, esperanza y obsesión del primer amor que de buenas a primeras se apaga por la decepción (unas veces el amado no es lo que parece, está con otra persona o se interponen toda clase de circunstancias) y la consecuente tristeza, pero también ese recuerdo imborrable. Me gustan todos los relatos menos el segundo y el sexto. Del primero me encanta el personaje de Aina y la “frase mágica” que he mencionado anteriormente; del tercero, la gran inocencia de Patapalo (pese al ambiente que le rodea); del cuarto, la alegría vital de Mariona (y la ternura de Rubén y Raúl); y del quinto, su final abierto (deja mucho a la imaginación del lector) y la desternillante lista de motes de los compañeros varones de Manu.

En fin, sobra decir que esta antología de relatos (la portada mostrada no es la de la edición que leí; me ha sido imposible encontrarla), que poseo desde hace varios años y que deseaba recomendar desde hacía tiempo, está totalmente pensada para adolescentes de ambos sexos. Y ya que se acercan el verano, las vacaciones y las amistades y amores de verano, considero que este libro es perfecto para esta época.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

miércoles, 5 de mayo de 2010

En la tierra deshabitada vive la poesía

Queridos Rebeldes, hoy me complazco en recomendar por primera vez un libro de poesía en el blog: Deshabitados, de Juan Carlos Abril. Se trata de un recopilatorio de poesía que toma el título del poema “El hombre deshabitado” de Alberti y en el que varios autores (el propio Abril, Elena Medel, Carlos Pardo, Yolanda Castaño, etc.), ordenados por el nombre de pila y separados en secciones, explican su visión y relación personal con la poesía y ofrecen una pequeña muestra de algunos de sus poemas, más de una vez entremezclados con esa introducción.

deshabitados

Reconozco que todos los poemas han sido muy bonitos y dedicados a temáticas diversas, pero mi favorito ha sido “Caballos de cartón cruzando el cielo”, un precioso canto a la infancia obra de Carlos Pardo (no me cabe la menor duda de que más de uno se sonreirá con nostalgia a medida que lea sus versos).

En definitiva, el libro al que está dedicada esta brevísima reseña (me parece que la más corta que he hecho, excluyendo la del aniversario) de hoy es una muestra de las nuevas figuras que empiezan a surgir en el campo de la poesía. Mejor no perderlos de vista, porque prometen.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 6 de abril de 2010

¿Quién quiere ser eternamente joven?

En mi caso la respuesta es negativa, porque no me gustaría nada ver envejecer y morir a mi alrededor a todos mis seres queridos, dado el supuesto de que no compartieran mi don. Y además, dado lo que pasó con el protagonista de mi recomendación, mejor dejar que la naturaleza y la vida sigan su curso.

Supongo que mis lectores ya sabrán que voy a recomendar otro peso pesado de la literatura: Fausto (Faust) de Wolfgang von Goethe, gran figura del Romanticismo alemán. Esta obra teatral escrita en verso está dividida en dos partes publicadas respectivamente en 1808 y 1832 (póstumamente). El argumento de Fausto (personaje tradicional que se cree que fue un mago o alquimista) es sobradamente conocido, pero no está de más recordarlo: el anciano Fausto, dedicado durante toda su vida al estudio y admirado y respetado por sus alumnos, se siente insatisfecho por la limitación de sus conocimientos y no ve la forma de encontrar la sabiduría infinita. Un día se aparece ante él Mefistófeles, un príncipe demonio súbdito de Lucifer que le ofrece la posibilidad de volver a ser joven y recuperar el tiempo perdido. El buen Fausto aceptará, dejando que Mefistófeles lo conduzca por las sendas del mal…

fausto

¿Qué se puede decir de esta obra que no se haya dicho? Realmente pocas cosas, pues el tema de la inmortalidad y la eterna juventud siempre ha fascinado al ser humano (sin ir más lejos, la famosa canción Forever Young de Alphaville, grupo de los años ochenta que precisamente era alemán: “La juventud es como diamantes al sol, y los diamantes son para siempre”). Y si a ambas se asocian la fuerza y la belleza, más todavía. Y esos eran, entre otros, los temas que se cantaban en el Romanticismo: la belleza, la juventud y la fuerza. Por ese motivo, esta obra en verso (por desgracia la edición que leí era antigua y el texto estaba traducido en prosa; ya me buscaré una edición moderna) no pasará de moda nunca, y más en una sociedad de culto al cuerpo como la nuestra.

Respecto a los personajes, Goethe los perfila maravillosamente; todos son geniales, pero me quedo con la dulzura de Margarita (llamada Margaret o Gretchen en el original; ambos nombres se alternan a lo largo de toda la obra) y la pureza absoluta de su amor hacia Fausto.

Para terminar, sólo me queda recomendar a mis lectores ya no sólo la obra, sino también la ópera homónima de Charles Gounod: Anges purs, anges radieux, portez mon âme au sein des cieux! (“¡Ángeles puros, ángeles radiantes, llevad mi alma al seno de los cielos!”).

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

sábado, 13 de marzo de 2010

De oca a oca, y tiro porque me toca

Por burdo que suene el título de esta entrada, realmente no podía tener otro, ya que mi nueva recomendación se titula El jardín de la oca (2007), de Toti Martínez de Lezea. Encontré este libro en Círculo de Lectores, y me sorprendió mucho porque su argumento me recordó a una miniserie de misterio española que había visto por televisión años atrás (Camino de Santiago), si bien esta última tenía lugar en nuestra época y trataba de una cadena de asesinatos.

En definitiva, la trama de El jardín de la oca, que ocurre en el siglo XIII, comienza cuando el médico judío Ezequiel Falaquera cura las manos quemadas del feroz ex-inquisidor Robert Lepetit, que ha incendiado una iglesia por poseer una Virgen negra. Es tal el fanatismo de Lepetit, que lo lleva a interpretar el mensaje del libro del Apocalipsis como el final del catolicismo y el nacimiento del segundo Mesías en Finisterre. Tras el asesinato de un amigo a manos del inquisidor, Ezequiel decide tratar de detenerlo para evitar más desgracias, y para ello contará con la ayuda de dos fieles compañeros con los que nada tiene en común: Hadi al-Suri, un amable herborista musulmán capaz de adivinar el futuro con el tablero de la oca, y Eder Bozat, un humilde tallista cátaro y el autor de la Virgen quemada…

jardin

No puedo negar que durante todo el tiempo que estuve leyendo la novela tenía en mente lo que podía recordar de la mencionada miniserie y también a La flor de la argoma, la novela de Martínez de Lezea recomendada anteriormente en mi blog. Pero por supuesto, El jardín de la oca no tiene nada que ver con las dos. Tiene una dosis considerable de intriga como la serie; tampoco le falta el romance, como a la otra novela, pero esta obra también posee su gran carga aventurera.

En cuanto a los personajes, mis favoritos han sido el divertido Ugo, la dulce Alazaïs y el trío protagonista. Debo destacar especialmente a estos últimos, que colaboran (aunque mi resumen haga parecer lo contrario, el judío no es ningún “jefe”) con todas sus fuerzas para pararle los pies a Lepetit. A fin de cuentas, las religiones no tienen por qué ser enemigas entre sí o del agnosticismo y el ateísmo (tienen más cosas en común de las que parecen, pero muchos se niegan a verlas), sino que el verdadero enemigo común de todos es el fanatismo, salga de la doctrina que salga. Y tras decir esto no puedo negar el gran papel del propio Lepetit, que guarda más de una sorpresa.

En definitiva, si buscáis una novela histórica con acción, aventura, misterio; mezcla de religión, paganismo y artes arcanas (sin llegar al extremo de muchos best-sellers de ahora) y una dosis decente de romance, El jardín de la oca seguro que os satisface.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

domingo, 28 de febrero de 2010

Cuidado con qué armario abrís…

…Porque es posible que dentro no os encontréis Narnia. Y dados los terroríficos muebles retratados por Joan Manuel Gisbert en Los armarios negros (1996), si alguna vez nos encontramos con algún ropero parecido, mejor no arriesgarse a abrirlo aunque sea el del famoso que más admiráis.

Bromas (o más bien chistes malos) aparte, Los armarios negros cuenta la historia de Pablo Biosca, un adolescente muy curioso que ayuda a su padre Alfredo en su trabajo como restaurador de casas antiguas. Su nuevo encargo los conduce a una mansión abandonada, a cargo de la antipática anciana Julia Barrientos, donde Pablo encuentra tres enormes y siniestros armarios negros que despiertan fuerzas oscuras cada vez que se abren. Pero los armarios no son lo único misterioso: Clara, la chica que vive en la casa de enfrente y que siempre lleva los ojos vendados, también posee un aura muy enigmática a su alrededor…

armarios

Ya conocía a este autor anteriormente debido a que muchos años atrás (en Primaria) leí otro libro suyo, El arquitecto y el emperador de Arabia (de hecho, el propio Gisbert vino a firmarnos nuestros ejemplares), y aunque las lecturas fuesen de madurez similar, éste último libro estaba incluido en una colección de literatura infantil. Pero volviendo a nuestros armarios, el libro (que leí el verano pasado) realmente me ha gustado, no sólo por querer descubrir el enigma que rodea tanto a los armarios como a Clara, sino también porque el autor hace que Alfredo (personaje que me ha gustado mucho junto con la pareja protagonista) también se implique en la historia y participe en buena medida del misterio que absorbe a su hijo. También debo destacar esta novela por su magnífico estilo: Gisbert omite prácticamente todas las descripciones físicas de sus personajes y sólo se centra en el ambiente y la narración para intensificar su oscuridad, logrando con gran éxito que el lector también sienta el poder tenebroso de los armarios a través de las páginas.

Finalmente sólo me queda recomendarle esta novela a los jóvenes lectores apasionados del terror, la intriga y el misterio y que deseen leer algo que enganche y que no puedan soltar hasta el final, porque seguro que este libro les gustará.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 9 de febrero de 2010

No bailéis con la Muerte

La siniestra “frase mágica” que titula esta entrada responde a buenos motivos, y es que, aunque seguro que ya lo sabréis de sobra (aunque hay quien sigue y seguirá haciendo oídos sordos y escudándose en la manida frase “Yo controlo”), coquetear con las drogas es como jugar a la ruleta rusa, y cualquier raya, pastilla, porro, etc. o todo a la vez puede hacer que una noche de juerga sea la última de su vida para una persona.

En definitiva, moralizaciones aparte, mi recomendación se titula Campos de fresas, de Jordi Serra i Fabra. Escrita en 1997 y aún muy leída y recomendada, relata la historia de la joven Luciana Salas, que durante una noche de marcha con sus amigos toma una pastilla y entra en coma. Durante las horas siguientes, las vidas de sus seres queridos se convierten en un infierno: sus padres y su hermana permanecen en vela junto a ella mientras su novio Eloy y sus amigos por un lado, y el inspector Vicente Espinòs por el otro, salen a la caza del camello, que trata de huir. Por otro lado, a la vez que el periodista Mariano Zapata intenta sacar tajada de la historia de Luciana, ésta última, gran jugadora de ajedrez, se enfrenta a la Muerte en el coma en la que podría ser su última partida…

camposdefresas

Éste fue otro de los libros que saqué de la biblioteca el verano pasado, ya que había oído hablar de él hacía tiempo, y no me decepcionó en absoluto, pues su ritmo trepidante engancha al lector desde el primer instante. De hecho, en más de una ocasión pensé que sería muy buena idea adaptar al cine esta novela, pero he descubierto que ya lo hicieron en la pequeña pantalla, y de forma muy desafortunada (cuestión de comprobarlo). Por otro lado, es de  destacar un detalle sobre las portadas (supongo que podéis ver en la de arriba la famosa frase, pero no me refiero a eso): hace tres años se conmemoró el décimo aniversario de la publicación de Campos de fresas, y para celebrar que aún sigue siendo una novela con gran número de lectores y recomendaciones (porque, lamentablemente, las drogas no han dejado de evolucionar y reinventarse con el tiempo), salió a la venta una nueva edición con una segunda portada. Ésta:

camposdefresas2

Si bien la edición que leí presentaba la primera portada, me gusta mucho más la segunda, ya que deja al lector la incertidumbre sobre quién ganará la partida: ¿Luciana o la Muerte? La portada ofrece ambas posibilidades al lector, y también es una buena forma de decir que las drogas no son un juego, sino algo serio y peligroso.

Volviendo al libro, salvo el periodista Zapata (que no tiene el menor escrúpulo), me han gustado prácticamente todos los personajes, pero especialmente el inspector Espinòs (honesto y trabajador), Eloy (que lo da todo por su novia) y Loreto (la mejor amiga de Luciana, enferma de bulimia). Contando a la propia Luciana (a pesar de que ésta sólo intervenga de vez en cuando), los considero los mejores de la novela.

Para terminar, tan sólo me queda recomendarle esta novela especialmente a los que empiezan la adolescencia (creo que debería ser lectura obligada en los colegios) y a los que suelen salir de marcha por las noches, para que vean que lo que le pasa a Luciana también les puede pasar a ellos, que nadie está libre de nada. Y si queréis saber el origen de la “frase mágica” de la novela y de la propia novela, echadles un vistazo a las dos escalofriantes anécdotas relatadas al final por el propio Serra i Fabra.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros

martes, 12 de enero de 2010

Saltando de casilla en casilla

Primero que nada me gustaría desearos un Feliz Año 2010, que espero que esté plagado de nuevas lecturas y que Papá Noel o los Reyes Magos o todos a la vez os hayan traído mucho material de papel y letras, a vosotros y a los vuestros.

En cuanto al título de la entrada, como ya os podréis imaginar, queridos Rebeldes, hace referencia al juego infantil que titula mi primera recomendación de este año: Rayuela, del argentino Julio Cortázar. Escrita en 1963, Rayuela posee un estilo muy variado a lo largo de sus capítulos, hasta el punto de llegar al surrealismo, aún poco dado por aquel entonces, en ciertas partes.

Supongo que algunos ya sabréis que esta novela es muy conocida porque puede leerse casi en cualquier orden, si bien el autor propone leerse la obra en dos órdenes: bien del capítulo 1 al 75 omitiendo el último bloque (catalogado como “capítulos prescindibles”), o bien otro distinto que recorre todos los capítulos en un orden en el que se alternan capítulos de los tres bloques del libro. Por desgracia, en la biblioteca sólo me daban diez días de préstamo (lo saqué junto con El mismo mar…), y tuve que conformarme con el primer orden de lectura.

Rayuela, dividida en tres bloques de capítulos (Del lado de acá, Del lado de allá y De otros lados) trata la historia del hosco y culto Horacio Oliveira, un argentino de cuarenta años que vive en París, y la tierna y despistada  Lucía, apodada “La Maga”, una uruguaya que viajó a la ciudad para abortar pero decidió quedarse con el bebé. Durante las noches parisinas, Oliveira y la Maga se reúnen con sus amigos del llamado “Club de la Serpiente” y entablan con ellos discusiones más que interesantes sobre el arte en la vida y viceversa.

rayuela

Personalmente, creo que podría haber disfrutado este libro más tranquilamente si no hubiera estado tan pendiente de la fecha de devolución y si no lo hubiera sacado con el otro. De todas formas, la novela me gustó bastante, y me permitió conocer muchos grandes nombres del jazz y la pintura moderna que no había oído nunca, y por supuesto las conversaciones también me gustaron mucho. Respecto a mis personajes favoritos, me quedo con la Maga, siempre sensible y cariñosa hasta con el tosco Oliveira, que, en mi opinión, hace más bien poco para merecer su afecto.

En definitiva, tenemos aquí una obra maestra literaria que merece ser paladeada despacio, mejor aún si puede ser acompañada de algo de jazz. Y ya que Cortázar nos ofrece una nutrida lista de artistas entre las páginas de su obra, qué menos que buscarlos y catar su música.

Hasta la próxima página,

La Rebelde de los Libros